El polvo para hornear es un ingrediente indispensable en casi todas las recetas de repostería, pues hace que la masa aumente su volumen al hornearla.
Sin embargo, no es el único uso que se le puede dar a este ingrediente ya que sirve también para ser utilizado en comidas saladas, para limpiar y ayuda mantener la buena salud.
¿Cómo se logra esto? En la harina hay una sustancia elástica llamada glutén, la cual libera, en forma de burbujas, el bióxido de carbono producido por el polvo para hornear; dichas burbujas se expanden al entrar en contacto con el calor cuando se hornea una masa, haciendo que ésta suba.
Es importante medir con exactitud la cantidad de polvo para hornear que requiere una receta, porque el exceso hace que un pan suba al principio, pero después se baja y resulta apelmazado.
Siempre es recomendable cernir el polvo junto con la harina, dos o tres veces para que se distribuya de manera uniforme.
Guardado en su paquete original, bien cerrado, se conservará en buen estado hasta por un año.
Maneras de usar el polvo de hornear
Rebozado
Para conseguir un buen rebozado utilice este ingrediente, se puede aplicar en carnes, pescados o verduras. Solo necesita mezclar harina de trigo, polvo de hornear, sal y si desea un toque de ajo en polvo.
Mezcle muy bien todos estos ingredientes y añada a la misma un líquido que puede ser agua mineral o si desea una cerveza, así conseguirá una pasta. Pase la carne o el pescado por la mezcla y lleve a freír para conseguir una textura crujiente.
Esponjear
El polvo de hornear se usa básicamente en las mezclas para hacer postres, en especial muffins, tortas y cupcakes. Agregue una cucharadita de polvo por cada taza de harina utilizada, esto le servirá para darle ese toque esponjoso.
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