Un salar es una vasta extensión de terreno cubierto de sal, generalmente formada por la evaporación de cuerpos de agua en regiones áridas o semiáridas. Estos paisajes se encuentran en depresiones cerradas donde el agua, al evaporarse, deja depósitos de minerales, principalmente cloruro de sodio.
Los salares pueden tener una apariencia blanca y brillante, creando escenarios impresionantes. Son hábitats únicos, a menudo ricos en minerales como el litio y el potasio, teniendo importancia ecológica y económica significativa.
Se formó tras la evaporación de antiguos lagos prehistóricos, dejando una vasta costra de sal que se extiende hasta donde alcanza la vista. Durante la temporada de lluvias, de diciembre a marzo, una fina capa de agua cubre la superficie, convirtiéndolo en un gigantesco espejo natural que refleja el cielo, creando un efecto visual espectacular.
Además de su belleza, el Salar de Uyuni es una importante fuente de litio, un mineral clave en la fabricación de baterías. También contiene grandes cantidades de sodio, potasio y magnesio.
El salar también sirve como hábitat para diversas especies de flamencos, que llegan en ciertas épocas del año para reproducirse. El contraste entre el blanco del salar y el color rosado de estas aves es un espectáculo inolvidable que todo turista debe presenciar.