Cultivar los alimentos en casa es la mejor manera de comer más sano y es una forma ecológica de aprovechar lo que le puede brindar la madre naturaleza.
Actualmente hay muchas maneras y técnicas para cultivar en casa. Una de ellas es la hidroponía.
La ventaja de este concepto natural es que no necesitas tener un jardín grande, si tienes una terraza o en balcón puedes crear tu propio huerto urbano y tener a la mano tus propios alimentos.
Hidropónico
Este sistema no requiere el uso de la tierra, sino agua y otros materiales para ubicarlos. Bajo este método las raíces reciben una solución nutritiva disuelta en agua. Los huertos urbanos puede armarlos usando tubos de PVC.
Los alimentos como las verduras que se cultivan tienen igual o hasta más nutrientes que las que se cultivan en el suelo.
¿Qué se necesita para cultivar?
Iluminación
Los primero que debe buscar es el espacio donde se encuentre la luz directa, y acondicionarlo para realizar el cultivo. Todas las plantas, flores y semillas siempre van a necesitar luz natural.
Algunas con mayor intensidad que otras, pero es necesario tener en cuenta que para crear un huerto casero necesita de la energía solar.
Macetas y sustratos
Si cuenta con un gran balcón o jardín pequeño es necesario contar con macetas, estas servirán para ahorrar espacio y ordenar la zona para el huerto.
Además, debe contar con un buen abono y sustratos orgánico que ayude a mejorar su fertilidad.
Agua
El sistema de riego es muy importante, debe mantener humedad la tierra para conseguir una buena producción del cultivo.
Semillas
Una vez que tenga todos estos materiales, solo debe buscar las semillas de plantas que quiera cultivar. No debe sembrar a más de tres veces de su profundidad, ya que al germinar se quedarán dentro de la tierra y morirán.
Ventajas de cultivar en casa
Obtienes ingredientes naturales de primera calidad.
Puedes cosechar lo que más te gusta y tenerlo siempre a la mano.
No necesitas tener grandes espacios de tierra.
Es fácil de poner en práctica.
Puedes sembrar desde semillas de tomate, rábanos, berros hasta fresas.
Puede controlar la cantidad de fertilizantes.
Demanda menos agua.
No requieren pesticidas.
|| Con información de 2001
