El actor estadounidense Robert De Niro testificó durante un juicio en la ciudad de Nueva York porque su exasistente personal lo acusó de abuso laboral.
Graham Chase Robinson, que trabajó para De Niro entre 2008 y 2019, cobraba 300.000 dólares anuales antes de renunciar al puesto de vicepresidenta de producción y finanzas tras repetidos encontronazos con la novia del actor.
Posteriormente, presentó una demanda por 12 millones de dólares contra él por angustia emocional severa y daño a la reputación.
“¡Todo esto es una tontería!”, afirmó el artista de 80 años, insistiendo en que trataba bien a la empleada.
En una declaración inicial que precedió al testimonio de De Niro, el abogado Andrew Macurdy dijo que Robinson no puede encontrar trabajo y tiene miedo de salir de casa desde que dejó su empleo.
Robinson también aseveró que él se había negado a darle referencias para encontrar otro trabajo después de ser despedida. Además, sostuvo que De Niro a veces le gritaba y la insultaba, además de hacer comentarios generalmente sexistas sobre las mujeres.