Tras un breve periodo de tiempo sin protagonizar titulares por hechos delictivos, pues los últimos los escribieron los medios de comunicación el pasado mes de febrero tras salir a la luz que había sido arrestado acusado de violencia contra su exmujer, Michael Lohan, el padre de la actriz Lindsay Lohan, fue condenado el pasado miércoles a nueve meses de cárcel.
En el momento de su arresto se conoció que había seguido a su exmujer hasta un aparcamiento, violando así la libertad condicional impuesta por la justicia. Y en una audiencia que tuvo lugar en las últimas horas en Palm Beach, la sentencia fue clara aunque vino con una concesión de varios días por el tiempo que ya ha estado detenido.
Según ‘TMZ’, que ha tenido acceso a los documentos judiciales, la condena responde al contexto de un caso anterior por el que fue condenado por cinco cargos y puesto en libertad condicional en 2022 tras haber llevado a cabo una práctica ilegal consistente en “recibir comisiones por derivar pacientes a centros de tratamiento de adicciones de drogas”.
En una audiencia que tuvo lugar en 2021, el fiscal estatal del condado de Palm Beach aclaró que el padre de la actriz había sido investigado por la Unidad Especial de Hogares de Rehabilitación y descubierto recibiendo sobornos por el envío de pacientes.
En total, se estimó que la cifra de pagos ilegales que obtuvo ascendía a más de 20.000 euros. “La corrupción en la derivación de pacientes pervierte nuestro sistema de salud, porque las decisiones se motivan por la codicia y no por las necesidades del paciente”, se explicó el riesgo de la práctica que realizó Michael Lohan.
