La rapera estadounidense Nicki Minaj denunció públicamente que fue víctima de discriminación racial durante el arresto “por posesión de drogas” ocurrido en Ámsterdam, Países Bajos, el pasado 25 de mayo. El incidente obligó a la artista a reprogramar un concierto en Manchester, Reino Unido, que forma parte de su gira Pink Friday 2 World Tour.
Durante una reciente transmisión en vivo en la plataforma Stationhead, la intérprete de “Starships” expresó su malestar por no haber logrado cumplir con su presentación: “No sé cuándo fue la última vez que me sentí tan mal”. Además, describió el trato que recibió de los funcionarios como “repugnante”.
“No solo eso, sino también lo estaban haciendo a propósito simplemente porque soy de una raza segura de sí misma. No se lo deseo a nadie”, remarcó.
La detención fue grabada por la rapera en un video de Instagram Live y posteriormente fue difundida por sus seguidores. En el clip, se ve a un oficial de la policía holandesa informándole que estaba bajo custodia por “llevar drogas”. Minaj respondió: “No voy a entrar ahí. Necesito la presencia de un abogado”. A pesar de sus protestas, los agentes la condujeron a la furgoneta y la llevaron a la estación policial.
En sus redes sociales, la promotora Live Nation se dirigió a las 20 mil personas que esperaban asistir al evento en Manchester: “A pesar de los mejores esfuerzos de Nicki por explorar todas las vías posibles para hacer realidad el espectáculo de esta noche, los acontecimientos de hoy lo han hecho imposible. Estamos profundamente decepcionados por los inconvenientes que esto ha causado”.