Han pasado ya 25 años desde que el 4 de julio de 1999 David y Victoria Beckham contrajeran matrimonio en un castillo irlandés.
A pesar de lo mediática que es la pareja, celebraron un enlace íntimo con solo 29 invitados.
Tanto el futbolista, como la entonces cantante, vistieron de color marfil en la ceremonia, ella con un traje satinado de Vera Wang con cuerpo estilo corsé y una corona, y él con un traje completo del mismo color, pero se cambiaron para la fiesta nocturna.
Con sendos trajes morados combinados dieron la bienvenida a más de 200 invitados a esa fiesta.
Con motivo de sus bodas de plata, la pareja lo celebró en sus redes sociales de una manera muy peculiar y sorprendieron a sus seguidores al recuperar esos trajes morados que ya forman parte de la historia de la moda.
Victoria lució un vestido palabra de honor con un tirante de flores tridimensionales y una gran abertura Hasta el muslo que dejaba al descubierto el forro escarlata firmado por Antonio Berardi.
Un modelo que dista mucho del vestuario minimalista al que nos tiene acostumbrados en la actualidad y que a menudo es de su propia marca. Aunque a la ex Spice Girl le costó subir la cremallera, se vio regia con el diseño.
Su esposo, muy fashionista, llevaba un traje que incluía una americana de doble botonadura y un ramillete floral a juego en la solapa, con un pantalón de pernera ancha, que en esta ocasión combinó con unos botines de ante también morados.
“No puedo creer que hayan pasado 25 años y todavía nos sienten bien“, escribió la diseñadora mandando besos y abrazos a sus cuatro hijos.