La trágica muerte de la bailarina Michaela DePrince, a sus 29 años de edad, sacudió al mundo de la danza. Aunque se desconoce el motivo de su fallecimiento, la oriunda de Sierra Leona cuenta con un currículum amplio en el baile y una historia digna de contar.
Sus padres murieron durante la guerra civil en su país natal, y fue llevada a un orfanato a los tres años, donde sufrió diversos abusos por parte de sus compañeros, quienes se burlaban de ella por tener vitíligo, un trastorno de la piel que hace que pierda su color natural.
Posteriormente, una familia estadounidense la adoptó cuando tenía cuatro años. Su vida en Nueva Jersey vino acompañada de una familia amorosa, un ambiente sano y un gran amor por el baile, que le permitió ganarse una beca para estudiar en una academia cuando tenía 14.
Aunque la discriminaron en múltiples ocasiones por su tono de piel, Michaela no dejó que esto la afectara. Participó en Bailando con las estrellas, el Ballet Nacional Holandés e incluso apareció en el video musical “Lemonade” de Beyonce.
“Con el corazón adolorido, compartimos la pérdida de nuestra estrella de baile Michaela Mabinity DePrince” lamentaron sus allegados en un comunicado, compartido a través de las redes sociales de la bailarina.
Su madre adoptiva, Elaine DePrince, también falleció horas después que Michaela debido a un procedimiento médico el pasado 11 de septiembre.
Con información de Versión Final