Llegó a su fin la carrera de Black Sabbath, uno de los grupos fundacionales del rock, creador del estilo heavy metal gracias a temas icónicos como Paranoid.
Fue una celebración histórica que se llevó a cabo durante casi nueve horas en el estadio Villa Park de Birmingham, la ciudad donde el guitarrista Tony Iommi y el baterista Bill Ward armaron la histórica banda junto al bajista Geezer Butler y el cantante Ozzy Osbourne.
Hubo más de dos millones de personas conectadas por streaming en una versión pay-per-view que la banda lanzó cuando se agotaron las entradas para el concierto titulado Back to the beginning (De regreso a los comienzos).
Actualmente, Osbourne tiene 76 años, Iommi 77, Butler 75 y Ward 77, razón más que suficiente para no prometer a los fans un recital completo sino un ambicioso festival de autocelebración y despedida, al estilo Ozzfest, con un desfile de músicos famosos tocando temas suyos como homenaje.
Artistas como Ronni Wood (The Rolling Stones), Steven Tyler (Aerosmith), Chad Smith (Red Hot Chili Peppers), Lzzy Hale (Halestrom), Sammy Hagar (ex Van Halen), Jake E. Lee y Ruddy Sarzo (exguitarrista y exbajista, respectivamente de la banda solista de Ozzy), KK Downing (exguitarra de Judas Priest) o Billu Corgan (The Smashing Pupmkins) se pasearon por el escenario en el maratónico concierto.
Además, las bandas Pantera, Anthrax, Slayer, Metallica, Guns ‘N Roses y Mastodon, entre otras tocaron temas propios o clásicos de Sabbath u Ozzy Osbourne.
Para el cierre, apareció Ozzy sentado en un trono negro, desde donde interpretó cinco temas de su repertorio solista: I Don’t Know, Mr Crowley, Suicide Solution, Mama I’m Coming Home y cerró con Crazy Train.
Minutos más tarde llegó el punto culminante, con Black Sabbath en pleno, para descargar War Pigs, NIB, Iron Man y Paranoid, último tema interpretado por Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, que dio paso a los fuegos artificiales.