La Charity Commission, reguladora de organizaciones benéficas en el Reino Unido, concluyó este miércoles que el príncipe Enrique no incurrió en acoso ni intimidación al interior de Sentebale. ONG que cofundó en 2006 para apoyar a niños afectados por el VIH en Lesoto y Botsuana, aunque advirtió sobre “debilidades en la gobernanza” de la entidad.
El pronunciamiento se produce tras una disputa pública entre el duque de Sussex y la presidenta del Consejo de administración de Sentebale, la abogada zimbabuense Sophie Chandauka. Quien lo acusó de “acoso” y “maltrato” después de que él renunciara como padrino de la organización a finales de marzo.
Chandauka, por su parte, fue señalada por otros miembros del Consejo por presunta mala gestión. Lo que derivó en acusaciones cruzadas y el involucramiento del ente regulador.
En su informe final, el organismo determinó que no existen indicios de comportamiento intimidatorio, misógino o discriminatorio por parte del príncipe. Pero criticó que “todas las partes dejaran que el conflicto escalara públicamente”, lo que afectó la reputación de la fundación.