Hace ahora tres años, y después de medio siglo de carrera, Phil Collins y su mítica banda Genesis se despidieron de los escenarios con un concierto en el O2 de Londres, en el que el baterista mostró una preocupante y frágil imagen.
Acompañado de sus compañeros de Genesis Mike Rutherford y Tony Banks, Collins dio el concierto sentado debido a los problemas de salud que arrastra desde hace años, y se marchó del escenario ayudado de un bastón.
Desde entonces, poco o nada se sabía del músico. Ahora, él mismo ha dado una entrevista en el que revela su actual estado de salud y desliza que está tan deteriorada que se plantea retirarse de la música.
“Sigo pensando que debería bajar al estudio a ver qué pasa. No tengo ganas. El problema es que he estado enfermo, muy enfermo”, ha explicado el artista, de 74 años, a Mojo.
“Mis vértebras han estado aplastándome la médula espinal debido a la posición en que toco la batería. Es el resultado de años de tocar”, detalla.
Phil Collins sufre diabetes tipo 2 y, en los últimos años, ha experimentado un importante y evidente deterioro en su movilidad por una lesión en la columna que ha sido progresivo desde que empezó a manifestarse en el 2007.
Con información de Primicia
