El director de orquesta Gustavo Dudamel asumió el reto de poner en escena con un grupo de músicos sordos la primera ópera en lengua de signos, Fidelio de Beethoven, un proceso que se muestra en el documental El canto de las manos, dirigido por la actriz española María Valverde.
Este proyecto comenzó con el objetivo de celebrar los 250 años del nacimiento de Beethoven «no solo por el genio musical y la música que nos dejó, sino por una condición que realmente elevó el arte que nos regaló, que fue su sordera».
Porque escribió Fidelio en el momento en que se estaba quedando sordo «y se ve que esa condición hizo que Beethoven fuese lo que fue para el mundo del arte, una referencia y uno de los genios más grandes de la historia de la música»
«Ha sido un trabajo de mucho aprendizaje, de mucho encuentro y de mucho entendimiento. Lo más bello ha sido ver que, con una obra tan hermosa como Fidelio, esas barreras y muros van cayendo y vemos que la música tiene un poder mucho más allá del aspecto sonoro», afirma Dudamel.
Resalta que el documental muestra el aislamiento a que están acostumbradas las personas sordas y cómo «el arte les va llevando a conquistar cada una de las metas que les propone el hecho de interpretar una ópera».
El músico venezolano considera que este es uno de los proyectos más especiales de su carrera, porque descubrió «otras dimensiones que tiene la música».
«Trabajar con ellos fue fascinante y verlos interpretar fue un maravilloso enriquecimiento mutuo», añade Dudamel, quien precisa que «no es una cuestión de inclusión, se trata de integrar, de entendernos a iguales».
Considera que el reconocimiento alcanzado por estos intérpretes «es la dignificación y es justicia», y que «romper esos muros ha sido parte de este proceso».
Con información de EFE