Continuo mi recorrido por Venezuela en defensa del Esequibo y con tal motivando por la participación en el referendo consultivo que convocamos desde la Asamblea Nacional. Este domingo volví a Caracas para encontrarme con centenares de dirigentes y activistas de Acción Democrática, el Partido del Pueblo, a quienes juramenté, con el diputado José Gregorio al frente, como integrantes del comando Raúl Leoni.
Fue en el gobierno de Raúl Leoni, de los fundadores de Acción Democrática, en 1966, cuando suscrito el Acuerdo de Ginebra se logró la nulidad del Laudo de París que en 1899, con la sola participación del Reino Unido y los Estados Unidos, nos despojó de 159,500 kilómetros cuadrados al definir la frontera con la entonces colonia británica de Guayana.
El Acuerdo de Ginebra sentó las bases para “resolver la controversia entre Venezuela y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte” sobre el territorio de la frontera entre Venezuela y la hoy República Cooperativa de Guyana.
El acuerdo estableció que la controversia debía ser resuelta “amistosamente” y de forma “aceptable” para las partes.
En una entrevista reciente, un joven periodista, me preguntó que había motivado al liderazgo de Acción Democrática a “sumarse” a la reivindicación del territorio Esequibo. Parafraseando a uno de los personajes de Gallegos, en Doña Bárbara, le “eché un para‘o y puse los puntos sobre las h”:
“Acción Democrática no se ha sumado a la reivindicación del Esequibo” afirmé, mirándome él y todos los que estaban en el estudio con cara de asombro. Acción Democrática -dije entonces con orgullo- es pionera en el más enérgico reclamo por la recuperación del Esequibo y a lo largo de la historia reciente ha sentado las bases para mantener vivo el proceso que más temprano que tarde permitirá que esas tierras y esos mares sean parte integral de los espacios nacionales”.
Ni Andrade en las postrimerías de su gobierno, ni Castro, ni Gómez, ni López, ni Medina, ni Pérez Jiménez, se ocuparon del Esequibo y fue el gobierno de Rómulo Betancourt, fundador de Acción Democrática, el que activó la reivindicación del vasto territorio al denunciar su canciller, Marcos Falcón Briceño, ante la XVIII Asamblea de las Naciones Unidas el Laudo de 1899, declarándolo nulo e írrito.
En correspondencia con nuestra firme posición en este asunto de tanta relevancia, años más tarde la fracción parlamentaria de Acción Democrática en el entonces Congreso Nacional se negó a votar el llamado Protocolo de Puerto España que congeló las negociaciones entre Venezuela y Guyana.
El referendo consultivo no es del gobierno ni es de la oposición he afirmado una y otra vez al invitar a votar agregando que el referendo consultivo es por Venezuela y en defensa del legado de las generaciones que nos sucederán.
Recientemente recordó el diputado Oscar Ronderos, alguién voceó que lo del Esequibo era “un viejo reclamo adeco”; pues sí es un viejo reclamo adeco que se continuaremos haciendo, en el marco del Acuerdo de Ginebra, hasta la solución de la controversia
En poco, parto a Barinas, Mérida, Trujillo, Portuguesa y Yaracuy a asambleas regionales y participación en distintos programas en medios locales en esta cruzada por el Esequibo. Luego seguiré sin cansancio a otras entidades hasta el 3 de diciembre cuando en mi natal Maracay votaré Sí por Venezuela. Ese día confío que por encima de cualquier diferencia millones de venezolanos y venezolanas concurramos a las urnas Unidos por el Esequibo que es Unidos por Venezuela.
Defendamos lo nuestro!