El desorden es la perturbación del orden, pero también es sinónimo de caos, y puede afectar, tanto a una persona, como a un colectivo.
Según estudios, el desorden puede aumentar el estrés, disminuir la capacidad de concentración, provocar insomnio e incluso afectar negativamente las relaciones interpersonales.
Es decir, vivir en un caos en el que se pierden objetos, por ejemplo, puede ser un fastidio o una vergüenza, y hasta puede terminar por afectar no solo su estado de ánimo, sino el bienestar y la salud mental.
El desorden es la perturbación del orden, pero también es sinónimo de caos, y puede afectar, tanto a una persona, como a un colectivo.
Según estudios, el desorden puede aumentar el estrés, disminuir la capacidad de concentración, provocar insomnio e incluso afectar negativamente las relaciones interpersonales.
Es decir, vivir en un caos en el que se pierden objetos, por ejemplo, puede ser un fastidio o una vergüenza, y hasta puede terminar por afectar no solo su estado de ánimo, sino el bienestar y la salud mental.