Las lesiones pueden ocurrir por un mal movimiento al caminar, correr en terrenos irregulares, exceso de actividad física, uso de tacones o accidentes.
El esguince de tobillo es una lesión que se produce cuando la articulación se tuerce y causa daños en los ligamentos que conectan los huesos a esta.
Suelen producirse por un mal movimiento al caminar o correr en terrenos irregulares, aunque el esguince también se dan por el exceso de actividad física, el uso de tacones o accidentes.
Esto genera un desgarre en las fibras musculares que, además del dolor, causa inflamación, dificultades en el movimiento del pie y moretones.
Si bien puede tratarse con reposo y analgésicos convencionales, lo ideal es recurrir a otros métodos terapéuticos para acelerar su recuperación.
Por fortuna, existen ingredientes 100% naturales cuyas propiedades mejoran la circulación y desinflaman para lograr un rápido alivio.
En esta oportunidad queremos compartir en detalle los 5 mejores para que los pruebes cuando sufras un esguince.
1. Sales de Epsom
Las sales de Epsom son conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, idóneas para el tratamiento del esguince y dolores musculares.
Estas contienen cristales de sulfato de magnesio, un ingrediente cuya absorción relaja los nervios y las articulaciones.
Ingredientes
- 4 tazas de agua (1 litro).
- ½ taza de sales de Epsom (100 g).
Preparación
- Pon a calentar el agua hasta que alcancen una temperatura soportable para la piel.
- Cuando esté lista, viértela en un recipiente y agrégale las sales de Epsom.
- Remueve con las manos para que las sales de disuelvan por completo.
Modo de aplicación
- Sumerge el pie lesionado, asegurándote de que el tobillo quede cubierto por el agua.
- Déjalo en remojo durante 20 o 30 minutos y descansa.
- Repite su uso 3 o 4 días, hasta calmar el dolor.
2. Ajo y aceite de coco
Al combinar el poder antiinflamatorio del ajo con las propiedades del aceite de coco podemos obtener un producto relajante para calmar el dolor y la inflamación causada por el esguince.
Estos ingredientes activan la circulación en la zona afectada y, al mejorar la oxigenación en la articulación, aceleran su proceso de recuperación.
Ingredientes
- 2 dientes de ajo.
- 3 cucharadas de aceite de coco (45 g).
Preparación
- Tritura los dientes de ajo hasta obtener una pasta espesa.
- Incorpora el aceite de coco en un recipiente y caliéntalo al baño María.
- Cuando esté tibio, agrégale el ajo y remueve.
- Retíralo del fuego y comprueba la temperatura antes de usarlo.
Modo de aplicación
- Frota el aceite sobre el tobillo afectado, y realiza suaves masajes durante 5 o 10 minutos.
- Deja que el producto actúe otros 30 minutos y enjuaga.
- Úsalo todos los días hasta aliviar la lesión.
3. Aceite de oliva y yema de huevo
El aceite de oliva tiene propiedades curativas que ayudan a calmar el dolor causado por los esguinces de tobillo.
Sus antioxidantes y ácidos grasos esenciales disminuyen la inflamación y mejoran la circulación, incluso cuando se aplica de forma local.
Ingredientes
- 3 cucharadas de aceite de oliva (48 g).
- 1 yema de huevo.
Preparación
- Pon a calentar el aceite de oliva y mézclalo con una yema de huevo.
Modo de aplicación
- Cubre el tobillo afectado con el producto y déjalo actuar 40 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y repite su uso todos los días, hasta curarlo.
4. Infusión de árnica
Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas del árnica se han aprovechado desde la antigüedad como remedio alternativo para las dolencias musculares.
Tanto su aceite esencial, como los ungüentos y la infusión pueden emplearse de forma externa para relajar las áreas doloridas.
Su aplicación sobre los esguinces mejora el flujo sanguíneo y reduce la inflamación.
Ingredientes
- 5 cucharadas de flores de árnica (50 g).
- 4 tazas de agua (1 litro).
Preparación
- Incorpora las flores de árnica en el agua hirviendo y déjala reposar de 10 a 15 minutos.
- Cuando esté tibia, viértela en un recipiente.
Modo de aplicación
- Sumerge los pies durante 20 o 30 minutos.
- Repite el remedio 3 o 4 días seguidos.
5. Aceite de ricino
Los ácidos grasos esenciales del aceite de ricino son idóneos para estimular la circulación y relajar las articulaciones.
Su aplicación externa disminuye la inflamación y crea una agradable sensación de alivio ante lesiones como los esguinces.
Ingredientes
- 3 cucharadas de aceite de ricino (45 g).
- 1 cucharada de aceite de oliva (16 g) (opcional).
Preparación
- Pon a calentar el aceite de ricino, hasta que alcance una temperatura soportable para la piel.
- Si gustas, mézclalo con aceite de oliva para facilitar su uso.
Modo de aplicación
- Realiza un masaje con el aceite sobre la zona afectada.
- Repite su uso hasta 2 veces al día.
- Déjalo actuar sin enjuagar.
Además de estos consejos, la Asociación Americana de Cirujanos Ortopedas tiene algunas recomendaciones:
- Reposo.
- No apoyar el pie.
- Usar compresas de hielo varias veces al día, por unos 20 minutos cada vez.
- Ponerse vendajes elásticos de compresión.
- Mantener la pierna elevada cuado te sientas o acuestas.