La salud mental es uno de los aspectos más importantes a tratar en la cotidianidad. Los trastornos como la depresión y la ansiedad son muy frecuentes, al menos el 15 % de la población en edad de trabajar se siente afectada en algún momento de su vida por estos padecimientos, según el más reciente informa de la OCDE y el Banco Mundial.
Expertos recomiendan siempre consultar con un psicólogo lo más pronto para ayudar a tratar y sobrellevar este tipo de trastornos, además de las emociones que estas desencadenan al momento sentir en diferentes grados cualquiera de los padecimientos.
Durante este proceso hay factores, además de lo social y sentimental que también pueden afectar a la hora de atravesar un cuadro de depresión o ansiedad, incluso mucho antes de que estos se puedan incrementar en sus síntomas.
Una de estas variantes es el desorden en el entorno en el que habitamos, entendido como una sobreabundancia de posesiones materiales que puede interferir con la capacidad de las personas para ejecutar actividades de la vida normal, como la memoria, el estado de ánimo e incluso el control de los impulsos y las emociones.
De acuerdo con un estudio el ‘Journal of Environmental Psychology, «el desorden puede disminuir la sensación de bienestar, felicidad y la seguridad que una persona obtiene de estar en sus espacios personales».