Un grupo de científicos de la Universidad de Columbia (EE UU) halló más de una decena de metales, incluidos algunos tóxicos, en tampones de las marcas más populares de EE.UU. y Europa. Los resultados de la investigación fueron publicados esta semana en la revista Environment International.
Para el estudio, se analizaron las concentraciones de 16 metales, como arsénico, cadmio, cobalto, cobre, mercurio, níquel y plomo, en 30 tampones de 14 marcas diferentes, compradas en grandes minoristas y tiendas físicas de EE UU, Reino Unido y Grecia.
Los investigadores hallaron concentraciones medibles de los 16 metales evaluados, entre ellos plomo, algo especialmente preocupante, ya que no tiene un nivel de exposición “seguro” conocido.
Además, las concentraciones variaron en función de la zona en que fueron comprados, del material y de la marca. De esta forma, los tampones orgánicos examinados contenían una mayor cantidad de arsénico, mientras que los que los no orgánicos tenían una concentración mayor de plomo. Asimismo, los artículos de higiene femenina comprados en EE UU presentaban niveles de cadmio, cobalto y plomo más altos que los europeos.
De acuerdo con el estudio, es posible que los metales presentes en los tampones se impregnen a ellos durante el proceso de producción de las materias primas que se utilizan en su fabricación. Por otra parte, los investigadores afirman que es necesaria una investigación futura para determinar si estos elementos tóxicos pueden ser absorbidos por el tejido vaginal y traspasarse de allí al torrente sanguíneo.
Con información de RT