“Con una atención adecuada y rápida, se pueden evitar complicaciones y asegurar la salud dental del niño.”
Cuando un niño se parte un diente de leche, es importante actuar con calma y seguir algunos pasos para manejar la situación de la mejor manera posible. Aunque los dientes de leche eventualmente se caen, una fractura puede causar dolor, afectar la masticación o generar un riesgo de infección.
Pasos a seguir
1. Mantén la calma
Los niños pueden asustarse al ver sangre o sentir dolor. Tranquilízalo y explícale que lo ayudarás.
2. Evalúa la lesión
Observa la fractura. Si es solo una pequeña astilla, generalmente no es grave. Sin embargo, si el diente está partido en gran parte o se mueve, es necesario acudir al dentista.
Pide al niño que enjuague su boca con agua tibia para limpiar cualquier residuo y reducir el riesgo de infección.
Si hay sangrado, aplica una gasa limpia con una leve presión sobre la zona afectada durante unos minutos hasta que se detenga.
5. Alivia el dolor
Si el niño siente molestias, puedes colocar una compresa fría en la mejilla para reducir la inflamación y adormecer el área. También puedes darle un analgésico adecuado para su edad, siempre bajo recomendación médica.
6. Conserva el fragmento del diente
Si encuentras la parte fracturada, guárdala en leche o solución salina. En algunos casos, el dentista podría adherirla nuevamente.
Es fundamental llevar al niño al odontopediatra para evaluar el daño. A veces, una fractura puede afectar la raíz o causar infecciones si no se trata a tiempo.
8. Evita alimentos duros
Hasta que el especialista valore la situación, es recomendable evitar que el niño coma alimentos duros o pegajosos que puedan empeorar la fractura.
9. Prevención futura
Para evitar accidentes similares, se recomienda el uso de protectores bucales en deportes y evitar morder objetos duros.
Con informacion de Variedades