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sábado 2, noviembre 2024

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El vinagre de manzana y el jengibre sirven para la bursitis

Dondequiera que se unan los huesos, articulaciones, tendones y ligamentos, se hallan unos sacos llenos de líquido llamados bursas. En caso de inflamarse, originan una dolencia conocida como “bursitis”.

Tal y como señalan los expertos, la mayoría de los episodios se resuelven por sí solos, aunque siempre puedes apelar por los remedios naturales para mejorar la bursitis.

Se estima que en todo el cuerpo hay un total de 160 bursas. En principio, su función es la de facilitar el movimiento del sistema musculoesquelético. El roce continuado de nuestras articulaciones es casi siempre el desencadenante más común de este tipo de irritación interna: es algo doloroso y, en muchos casos, hasta incapacitante.

Asimismo, es importante señalar que la bursitis no es lo mismo que la tendinitis. Por lo general, esta última suele surgir por el sobreuso de los tendones.

Los expertos catalogan a los siguientes tipos de bursitis como las más comunes:

  • Prepatelar.
  • Trocantérica.
  • Retrocalcánea.
  • De olécranon.

En todos los casos, los síntomas son la hinchazón, la rigidez y el enrojecimiento. La mayoría de las veces se trata de manera conservadora.

En efecto, luego de un par de días de reposo, las bursas se desinflaman y mejoran los síntomas. Como complemento, puedes utilizar alguno de los siguientes remedios naturales para la bursitis.

1. Vinagre de manzana

El vinagre de manzana es un remedio clásico para el abordaje natural de la bursitis. Cuenta con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, tal y como afirma esta investigación publicada en la prestigiosa revista Nature.

Según un estudio realizado en animales por la Universidad de Bridgeport, en Estados Unidos, el vinagre de manzana también se recomienda para los problemas reumatoides.

¿Qué necesito?

  • Una toalla de tocador.
  • ½ taza de vinagre de manzana crudo (125 ml).
  • 1 cucharadita de miel (7,5 g).

¿Cómo lo hago?

En una taza mezcla bien el vinagre de manzana con la miel. De ese modo, conseguirás un poderoso remedio antiinflamatorio que podrás utilizar a lo largo del día.
Empapa bien la toalla de tocador o un paño de algodón con esta combinación de vinagre de manzana y miel.
Aplícalo ahí donde tengas la bursitis durante 15 minutos.

2. Terapia fría

La temperatura fría es, sin duda, lo más recomendable para reducir la hinchazón inicial, así como para «adormecer» el dolor de la zona afectada.

Según un estudio realizado por la Universidad de las Américas de Chile, esto favorecería la sedación de la zona al actuar como analgésico natural.

¿Qué necesito?

  • 10 cubitos de hielo.
  • Una bolsa de plástico.

¿Cómo lo hago?

Introduce los cubitos de hielo en la bolsa de plástico.
Coloca la bolsa en la articulación afectada durante unos 15 minutos.
Después de este tiempo, eleva la articulación donde esté la bursitis por encima del nivel del corazón y descansa.
Puedes hacerlo varias veces al día hasta obtener alivio.

Los especialistas catalogan a la terapia con hielo como el protagonista estrella del tratamiento conservador para la bursitis. Junto con el reposo y la protección de la zona frente a golpes, es lo mejor que puedes hacer para evitar la dependencia a los fármacos.

3. Masajes con aceites esenciales

Existen aceites esenciales interesantes para el tratamiento de la bursitis. Estos son los que más pueden ayudarte:

Aceite de nuez moscada: este aceite esencial es muy efectivo para el tratamiento del dolor de las articulaciones por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, según afirma este estudio publicado en la revista Food & Nutrition Research.

Aceite esencial de menta: tampoco puede faltar en tu botiquín de remedios naturales. Su componente principal es el mentol, utilizado desde la antigüedad para el tratamiento del dolor y la inflamación y que, según un estudio publicado en Journal of Clinical Pharmacy and Therapeutics, puede activar las vías analgésicas centrales y desensibilizar los nociceptores.

Otro tipo de aceite estupendo para este tipo de condiciones es el aceite de coco. Según una investigación del departamento de Biología Celular de la compañía The Himalaya Drug, se trata de un potente antiinflamatorio natural.

Solo tienes que aplicarte unas gotitas y hacer un masaje circular para encontrar alivio.

4. Jengibre

El jengibre tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y analgésicas, tal y como afirma un trabajo publicado en International Journal of Preventive Medicine. Te explicamos cómo llevar a cabo el tratamiento.

¿Qué necesito?

  • 3 cucharaditas de jengibre rallado (7 g).
  • 1 gasa.
  • ½ taza de agua caliente (125 ml).

¿Cómo lo hago?

En primer lugar, envuelve el jengibre recién rallado en un trozo de gasa.
Después, sumerge esta gasa con el jengibre en una taza de agua caliente durante 2 minutos.
Deja que se enfríe un poco y, luego, coloca sobre la zona afectada durante 15 minutos.
Puedes repetirlo 2 o 3 veces al día.

5. El descanso y alimentación rica en magnesio

Puede parecer una obviedad, pero una de las condiciones fundamentales para conseguir que la bursitis se resuelva es guardar reposo, descansar y cuidar las posturas.

Tu médico te puede recetar antiinflamatorios, sin embargo, es imprescindible que cuando aparezca la hinchazón, reduzcas todo lo posible la movilidad de esa articulación.
La bursitis surge a causa de una sobrecarga, del roce de las articulaciones con los músculos o los ligamentos que inflaman esa bursa en concreto.

Descansa todo lo que puedas y cuida además de que tu alimentación sea rica en magnesio: consume plátanos, espinacas, avena y lentejas. Este mineral es imprescindible para nuestras articulaciones, músculos y ligamentos, de manera que su incorporación en el proceso es de gran ayuda.

Consejos para evitar la bursitis

Como hemos referido, la inflamación de las bursas es temporal. De la mano de los analgésicos, el reposo y el uso de los remedios naturales para la bursitis reseñados obtendrás mejoría en un par de días.

Sin embargo, el riesgo de reincidencia es alto si no tienes en cuenta algunos consejos claves. Te dejamos con los más importantes:

Protege la zona afectada de presiones o golpes. Si practicas deportes extremos, asegúrate de usar medidas de protección adecuadas (rodilleras, coderas y demás).

Utiliza almohadillas en los codos y en las rodillas para aliviar la tensión. Hazlo, por ejemplo, al usar un ordenador durante mucho tiempo o cuando realices una reparación en casa.

Compra zapatillas deportivas adecuadas que no ejerzan presión en tu tobillo. Este consejo es especialmente útil para la bursitis que ocurre cerca del tendón de Aquiles.

Estira tus articulaciones cuando hagas algún tipo de actividad física. También se recomienda si efectuarás movimientos repetitivos.

Detente cuando sientas dolor al ejercer cierta actividad. Normalmente, puedes prever la exacerbación de la inflamación con leves indicios como dolor e incomodidad.

Ten en cuenta que, aunque las inyecciones de corticosteroides y los analgésicos pueden ser de ayuda, no se recomienda su uso permanente.

Con información de Primicia
 

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