Las verrugas, esas pequeñas protuberancias carnosas en la piel y que tanta incomodidad le generan a quienes la tienen, en su mayoría resultan asintomáticas. Es decir , no producen ni picor ni dolor de ningún tipo, por lo que viene siempre consultar con un médico si nota que crecen,cambian de color o si empiezan a molestar e interferir en las actividades del día a día.
Estos pequeños bultos granulados en la piel aparecen con mayor frecuencia en los dedos, las manos, los codos y las rodillas; y son causados por un virus y se transmiten por el tacto. Son vasos sanguíneos coagulados que pueden tardar de 2 a 6 meses en desarrollarse.
Aunque las verrugas suelen ser inofensivas y desaparecen solas con el tiempo, resultan molestas y hasta vergonzosas, por lo que generalmente las personas deciden eliminarlas.
¿Cómo son las verrugas?
En líneas generales, estas protuberancias en la piel son redondas o de forma irregular; y de color gris claro, amarillo, marrón o gris pardo. Suelen medir menos de un centímetro de diámetro y aparecen en áreas que se lesionan con frecuencia como manos, dedos, rodillas, cara y codos. Sin embargo, pueden extenderse a otras partes del cuero.
Ellas suelen ser inofensivas y con el tiempo desaparecen solas; en caso contrario, se debe visitar a un profesional de la salud.
¿Cuándo deben preocuparnos?
La atención y observación es clave para poder identificar cualquier cambio que presenten las verrugas, en tal sentido, debes preocuparte y consultar con un médico si sucede:
- Las protuberancias son molestas o interfieren en tus actividades
- Sangran, te duelen, arden o pican.
- Intentaste tratar las verrugas, pero persisten, se diseminan o regresan.
- Tienes muchas verrugas.
- Posees un sistema inmunitario débil.
- Crecen en la cara, los pies o los genitales.