Un accidente cerebrovascular o ACV como comúnmente se le conoce a la lesión que ocurre en el cerebro por la interrupción de la irrigación sanguínea, es una emergencia médica que requiere de tratamiento inmediato.
La Organización Mundial de la Salud define el ACV como un síndrome que se caracteriza por el desarrollo de signos clínicos que son consecuencia de una alteración de la función cerebral.
Según la OMS, el accidente cerebrovascular es una de las principales causas de muerte y discapacidad en adultos en el mundo. Esto gracias a que el flujo sanguíneo se detiene por algunos segundos y el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno. Cuando esto ocurre, las células cerebrales pueden morir y causar un daño permanente.
Síntomas del ACV
Expertos señalan que los síntomas del accidente cerebrovascular incluyen problemas para caminar, hablar y entender. También se puede presentar parálisis o entumecimiento del rostro, los brazos o las piernas, especialmente a un lado del cuerpo.
Entre otros síntomas se encuentran:
- Problemas para ver en uno o ambos ojos. Visión borrosa o doble.
- Caída de un lado de la boca al sonreír.
- Dolor de cabeza repentino y severo sin causa conocida.
- Confusión repentina.
- Pérdida del equilibrio o coordinación.
- Mareos.
En caso de que se presente uno o más de los síntomas antes señalados, se debe acudir de inmediato a un servicio de emergencia para que personal avalúe y administre el medicamento oportuno. Una atención a tiempo puede detener el ACV mientras ocurre.
El tratamiento consiste en suministrar al paciente un anticoagulante dentro de las tres a cuatro horas y media después del inicio de los síntomas, o preferiblemente antes del ACV.