Las varices, también conocidas como venas varicosas son una afección común que se refleja mayormente en las piernas con venas inflamadas y sobresalientes. Es la manifestación de venas superficiales dilatadas o dañadas que son capaces de afectar cualquier zona del cuerpo.
Según los expertos, no existe cura definitiva para esta patología, sin embargo, pueden prevenirse o detener su crecimiento. Aquellas personas que permanecen mucho tiempo de pie o sentadas son las más propensas. Aunque también existen otros factores de riesgo.
Factores de riesgo
1. Ser mujer. Los cambios hormonales en la pubertad y la menopausia son los principales factores.
2. Nacer con válvulas debilitadas.
3. Factores hereditarios. Este gen se transmite de generación en generación, siendo activado por hormonas femeninas, la progesterona o el estrógeno.
4. Uso de píldoras anticonceptivas.
5. Embarazo. Suelen ser secundarias y desaparecer luego del parto.
6. Utilizar ropa ajustada.
7. Permanecer largos periodos de pie o sentado. Causando presión en los miembros inferiores pudiendo provocar pesadez, calambres y dolor.
8. Obesidad. El peso extra en el cuerpo provoca problemas de circulación aumentando así la presión de las venas.
Síntomas
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
– Aparición de venas inflamadas y/o azuladas.
– Venas visibles muy finas y pequeñas.
– Cambios en la piel alrededor de las venas, se pueden tornar grises o pálidas.
– Sensación de pesadez y llenura.
– Calambres en las piernas, que ocurren mayormente mientras la persona duerme.
– Úlceras cutáneas, suelen aparecer en la última etapa.