La gripe es una afección o virus que ataca nariz, garganta y a veces pulmones. Generalmente se le trata como una infección respiratoria simple, pues la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento.
No obstante, por tratarse de un virus común en todas partes del mundo, y que se propaga fácilmente entre las personas al toser o estornudar, algunos recurren a la automedicación e ingieren antibióticos como parte del tratamiento.
¿Cómo tratar la gripe?
Lavarse las manos con frecuencia no solo ayuda a combatir la gripe, también la previene. De igual manera, beber muchos líquidos es una estupenda alternativa para que la persona se mantenga hidratada y reponga electrolitos y energía.
También se recomienda descansar y dormir suficiente, vestir una ropa adecuada según el clima en el que se encuentra; además, tomar paracetamol o ibuprofeno, fármacos que ayudan a aliviar los principales síntomas de la gripe como el dolor de cabeza, el malestar general y la fiebre.
Cabe destacar que, el uso de antibióticos no es recomendado porque la gripe y los resfriados son causados por virus, y este tipo de fármacos no tratan infecciones causadas por virus.
¿Cómo saber si necesitas antibióticos?
Tal como indicamos, la gripe no debería tratarse con antibióticos porque puedes estar causando más daño que beneficios.
Automedicarse contribuye a la resistencia a los antimicrobianos, considerado actualmente, uno de los problemas de salud pública. Esta práctica además de inútil porque no es efectiva en el tratamiento de infecciones virales, resulta peligrosa porque estos medicamentos están diseñados para combatir infecciones bacterianas y no virales.
En tal sentido, utilizarlos para tratar las gripes puede que mejore los síntomas, pero también, puede traer consecuencias como el desarrollo de bacterias resistentes, problemas gastrointestinales, infecciones secundarias por hongos, reacciones alérgicas que puedan poner en riesgo la salud de la persona, entre otras consecuencias de salud.
Por tanto, ante cualquier malestar que no mejore, no dudes consultar con un médico que te evalúe e indique si es realmente necesario la toma de antibióticos.
