La llamada «vitamina del ojo» se refiere a la vitamina A, un nutriente esencial para la salud ocular. Su papel principal es mantener la función de la retina, especialmente en la visión nocturna, y prevenir enfermedades como la xeroftalmia, una afección que puede causar ceguera.
La vitamina A es clave para la producción de rodopsina, un pigmento en las células de la retina que permite la visión en condiciones de poca luz. Además, ayuda a mantener la integridad de la córnea y otras estructuras oculares, reduciendo el riesgo de sequedad ocular y daños en la superficie del ojo.
También tiene propiedades antioxidantes que protegen los ojos del daño causado por los radicales libres y la luz ultravioleta. Esto contribuye a reducir el riesgo de enfermedades como la degeneración macular y las cataratas, que afectan a muchas personas con el envejecimiento.
FUENTES NATURALES DE VITAMINA A
La vitamina A se encuentra en dos formas principales en los alimentos:
1. Retinol: presente en productos de origen animal, es absorbida directamente por el organismo. Se encuentra en:
- Hígado de res y pollo
- Pescados grasos como el salmón
- Lácteos enteros (leche, queso, mantequilla)
- Yema de huevo
2. Betacarotenos: son antioxidantes que el cuerpo convierte en vitamina A. Están en alimentos vegetales, especialmente en frutas y verduras de color naranja y verde oscuro, como:
- Zanahorias
- Calabaza
- Batata
- Espinacas
- Mango
Con información de 2001