La granada es una fruta originaria del Medio Oriente, apreciada desde la antigüedad por su sabor agridulce y su intenso color rojo. Compuesta por una cáscara gruesa y dura, contiene en su interior multitud de jugosas semillas, ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas C y K, potasio, entre otros nutrientes.
La granada es una fruta originaria del Medio Oriente, apreciada desde la antigüedad por su sabor agridulce y su intenso color rojo. Compuesta por una cáscara gruesa y dura, contiene en su interior multitud de jugosas semillas, ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas C y K, potasio, entre otros nutrientes.
Atioxidante: alta concentración de polifenoles y flavonoides, como punicalaginas y ácido elágico, que combaten los radicales libres y ayudan a prevenir el envejecimiento celular y enfermedades crónicas como cáncer o males cardiovasculares.
Antiinflamatorias y antibacterianas: útiles para aliviar molestias como dolor de garganta, infecciones respiratorias, artritis o artrosis. Su acción bactericida también favorece la salud bucal.
Sistema inmunológico: gracias a su aporte de vitamina C, minerales y fitoquímicos, fortalece y refierza las defensas del organismo.
Salud digestiva: posee efecto astringente que contribuye a controlar la diarrea y favorecer un tránsito intestinal saludable.
Protección cardiovascular: ayuda a disminuir la presión arterial, mejora la circulación sanguínea y protege el colesterol HDL del daño oxidativo.
Beneficios óseos: favorece la absorción de calcio, lo que resulta beneficioso para la salud de los huesos.
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¿Cómo preparar la infusión de cáscara de granada?
Limpia la cáscara de una granada madura, eliminando restos de pulpa. Córtala en trozos pequeños y deja secar ligeramente al sol hasta que pierdan humedad. Una vez seca, hierve una cucharada de cáscara seca en 250 ml de agua durante 10 minutos, deja reposar tapado 5 minutos y cuela.
Sirve caliente, preferiblemente sin endulzar. Se puede tomar una o dos veces al día, ideal después de las comidas o por la noche. Puedes añadir un chorrito de zumo de naranja o un poco de miel para mejorar el sabor.
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Recomendaciones
– Antes de incluir esta infusión en la rutina diaria, consulta a un profesional de la salud, especialmente si estás bajo tratamiento médico, tienes condiciones digestivas o presión baja.
– No sustituye tratamientos médicos, es un complemento natural dentro de una alimentación equilibrada y estilo de vida saludable.
– Si notas algún efecto adverso o estás embarazada, mejor evitarlo o consultar al médico.
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