Muchas personas viven en constante dieta y aunque esto se refiere a un estilo de vida saludable, algunos caen en las llamadas “dietas milagrosas” o las que prometen perder peso en poco tiempo.
Sin embargo, si se hacen sin supervisión de un profesional o nutricionista puede ser contraproducente para la salud.
Esto ha dado pie a que muchos “especialistas” den consejos y planes nutricionales que en muchos casos no son tan saludables, pues se hacen de forma genérica y no están adaptados a cada persona.
Por eso es importante identificar cuando se está haciendo una mala dieta y cuáles son las consecuencias.
Cómo reconocer una mala dieta
Prohíben comer ciertas frutas
Incluyen un desayuno bajo en carbohidratos y proteínas
No incluyen meriendas
Saltan las cenas
Eliminan las grasas en su totalidad
Son restrictivas e incompletas
Al final no enseña a comer
¿Cuáles son las consecuencias?
Seguir adelante con una mala dieta trae problemas graves a la salud, y es que terminan ocasionando en las personas un desbalance nutricional, por exceso o por falta de nutrientes, afectando directamente su organismo.
Diabetes tipo 2
Hipertensión arterial
Anemia
Fatiga Crónica
Obesidad o efecto rebote
Metabolismo lento
Desnutrición y deshiratación
Deterioro Físico y mental
Te hace perder vitalidad
Puedes perder kilos, pero luego te estancas.
Perdida de la fuerza muscular
Mareos y desmayos
Genera ansiedad y estrés
Realizar un plan de alimentación para bajar de peso puede ser sencillo y no es necesario eliminar ningún alimento. La clave radica en controlar las porciones según los requerimientos personales.
Una buena dieta debe incluir
Proteínas: carne, pollo, pescado
Grasas: aguacate, semillas (maní, merey), aceites (soya, oliva)
Carbohidratos: pan, papa, arroz, maíz
Vegetales: berenjena, tomate, pimentón
Frutas: durazno, patilla, naranja, pina
Meriendas: Snack y frutas
Con información de D2001