Sus propiedades hidratantes convierten esta fruta en una de las mejores para neutralizar el calor.
Refrescante y especialmente apetecible en temporadas calurosas del año, el melón es una de las opciones más dulces y menos calóricas que se puede incluir en la alimentación diaria.
Sus propiedades la convierten en una fruta perfecta para combatir el calor.
El melón contiene un 92% de agua, por eso es un gran aliado para asegurarte una correcta hidratación en verano.
Con el calor se pierden más líquidos y hay que aumentar la ingesta de agua (hasta 3 litros al día) y de alimentos ricos en ella. Frutas y verduras son los alimentos con mayor proporción de agua.
Gracias a su elevado contenido en agua, el melónes muy ligero, aportando solo 54 kcalpor cada 100 gramos de alimento. El 20% restante son hidratos de carbono sencillos (sacarosa).
Combate la retención de líquidos
Por su alto aporte de agua, fibra y potasio, el melón posee una acción diurética y ligeramente laxante, con lo que ayuda a eliminar los desechos del organismo.
La retención de líquidos y el estreñimiento aumentan la sensación de pesadez en las piernas, empeora las digestiones y aumenta la fatiga. Si esto ocurre cuando hace mucho calor, el malestar se multiplica. Por eso el efecto depurativo del melón es beneficioso cuando las temperaturas son elevadas.
Previene el envejecimiento
Su contenido en betacaroteno (pro-vitamina A) lo convierten en una fruta especialmente antioxidante. Los antioxidantes combaten la acción de los radicales libres provocados por la radiación solar y previenen el envejecimiento prematuro.
Fortalece el sistema inmunológico
La pro-vitamina A también es clave para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, por eso el melón contribuye a reducir el riesgo de infecciones si lo incluyes de forma habitual en tu dieta.
Protege huesos y dientes
El melón es rico en vitamina C (ácido ascórbico) que interviene decisivamente en la formación del colágeno, huesos y dientes. Además, sus semillas son ricas en calcio.
Ayuda a controlar la presión arterial
El melón es un antihipertensivo natural porque contiene citrulina, un aminoácido que ayuda a producir óxido nítrico, gas que relaja los vasos y arterias y reduce la presión arterial. A esto se suma su efecto diurético que también ayuda a controlar la tensión.
Reduce el estrés y la fatiga
Estudios recientes apuntan a que incluir melón en la dieta puede ser una manera efectiva de reducir el estrés y la fatiga. La razón la encontramos en su aporte vitamínico que aporta vitalidad al organismo.
El calor aumenta la sensación de fatiga y cansancio, y el melón puede aportarnos vitalidad.
Recomendable en el embarazo
Especialmente recomendable resulta si deseas quedarte embarazada o ya lo estás, ya que el calcio, el magnesio y las vitaminas B9, A y C que contiene favorecen el desarrollo del feto.
Cómo consumir el melón
Más allá de tomarlo de postre o entre horas, puedes disfrutar del melón de otras formas:
Como guarnición: aunque no es tan habitual, también puede emplearse para acompañar carne asada o pollo.
Para decorar: si preparas algún tipo de gazpacho puedes utilizar un sacabolas para extraer pequeñas bolas de melón que te servirán para decorar y dar un toque muy fresco a tu plato.
Como ingrediente en cremas frías y ensaladas.
Combinado con hojas de menta fresca, naranjas, berros o con un puñadito de apio muy picado, cebollas y aceitunas.
Cómo elegir un buen melón
- Si tus dedos se hunden ligeramente en su “coronilla”, es que está listo para su consumo.
- Si acercas la nariz y su aroma es dulce, su gusto muy probablemente también lo será.
- Si lo golpeas suavemente y suena “a hueco”, mejor no te lo lleves. Aún no está maduro.
- Si coges dos melones del mismo tamaño, uno con cada mano, el que más pese será el más maduro y, por lo tanto, también el más dulce.
Con Información del Diario La Primicia.