Originaria de China, Brassica rapa ssp. pekinensis, también conocida como col china, repollo chino o hakusai, es una hortaliza crucífera muy popular en Asia, donde está presente en diversidad de preparaciones, como un tradicional plato coreano, preparado con verduras fermentadas: kimchi.
A través de la ingesta de esta hortaliza de hoja verde, puedes aprovechar sus nutrientes, como varias vitaminas (C, A y B9), al igual que minerales, como el potasio y el calcio.
Si aún no forma parte de tu dieta, debes saber que estimula tu sistema inmune y cuida de tu sistema cardiovascular. Acompáñanos a conocer sus virtudes, cómo prepararla y posibles contraindicaciones.
Posee propiedades antioxidantes
Esta verdura de hoja verde contiene vitamina C, flavonoides, betacarotenos y ácidos fenólicos. Estos antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento, ya que luchan contra los radicales libres, y enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, debido a que brindan protección frente al daño neuronal.
Eso sí, debes tener presente que estos efectos varían de acuerdo a la sección de la hortaliza que selecciones para hacer tus recetas. En este sentido, un estudio publicado en la revista Food Chemistry indica que las hojas externas presentan mayor contenido de antioxidantes.
Inhibiría crecimiento de células cancerosas
La col china tiene potencial actividad anticancerígena, atribuida a su contenido de glucosinolatos que, al ser metabolizados por tu cuerpo, se convierten en isotiocianatos.
Ayuda a controlar el peso
Su alto contenido de agua estimula la saciedad. Además, al combinarse con un bajo aporte calórico, contribuye al mantenimiento y la reducción del peso. Sin embargo, esto no es todo: su efecto diurético combate la retención de líquidos.
Previene el estreñimiento
La fibra presente en la col china también previene el estreñimiento. En particular, la insoluble acelera el tránsito intestinal y le añade volumen a las heces. Por su parte, la soluble ayuda a ablandarlas y facilita su expulsión.
Además, esta verdura de hoja verde funciona como prebiótico, ya que alimenta a las bacterias beneficiosas del colon, como Bifidobacterium y Lactobacillus. Para ser más precisos, estas bacterias digieren las pectinas y hemicelulosas, que son fibras presentes en esta verdura, y producen ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, que fortalece la barrera del colon y disminuye la inflamación. Gracias a esto, la microbiota intestinal mejora y logras una digestión más saludable.
¿Cómo puedes incorporarla a tu dieta?
Esta crucífera te permite realizar platos variados. Puedes ingerirla cruda, incorporándola en ensaladas o wraps y así conservas sus nutrientes, como la vitamina C. También puedes optar por saltearla, cocinarla al vapor o hacer sopas, como la de ramen de pollo. Otro método de preparación muy popular es el kimchi, que además te brinda probióticos.
Contraindicaciones y precauciones
Como has visto, la col china posee notables virtudes para tu salud. Sin embargo, debes consultarle a un especialista en caso de que tomes anticoagulantes, ya que la vitamina K que contiene puede interactuar con fármacos, como la warfarina.
Asimismo, debes tener precaución si padeces de hipotiroidismo, debido a que los glucosinolatos podría afectar la absorción de yodo. Para que esto ocurra, debe consumirse la col china cruda en grandes cantidades, así que para prevenirlo, no deberías excederte o cocinarla.
Por otro lado, si tienes un sistema digestivo sensible, puede causarte gases e hinchazón. Además, aunque es poco usual, algunas personas son alérgicas a las crucíferas. Por lo tanto, si sientes picazón o hinchazón cuando las comes, debes acudir a un médico.
Con información de Primicia
