La salud mental de los maestros debe ser una prioridad, ya que ellos están expuestos a diferentes riesgos laborales, como el estrés, por ejemplo.
Hoy, como cada 15 de enero se celebra el Día del Maestro en Venezuela, y es por ello que decidimos dedicarle unas líneas a la importancia que tiene el cuidado de la salud mental de estos profesionales.
¿Por qué la salud mental del maestro es importante?
Que los docentes gocen de una buena salud mental y física es garantía de que los alumnos estarán bien atendidos y su desarrollo será el mejor. Es decir, proteger la salud mental de un maestro es proteger a 40 o más niños.
En este sentido, para que los alumnos tengan una verdadera red de apoyo es necesario que los maestros estén en equilibrio, que su salud mental y física sean óptimas, y mientras que sus necesidades estén cubiertas, se asegura un buen desarrollo y bienestar de los alumnos.
La realidad
Esta profesión o el trabajo del docente resulta agotador en lo mental y hasta en lo emocional, pues el profesional está constantemente con otras personas.
Además, asume la responsabilidad de educar en diferentes contextos y a veces bajo muchas complicaciones que pueden terminar afectándole.
¿Cómo ayudarles?
La mejor manera de cuidar la salud mental es con la prevención y para ello debes:
1. Vigilar las emociones. Es indispensable que los maestros aprendan a manejar sus emociones, que estén consciente de ellas, y cómo le afectan.
2. Buscar ayuda de un profesional si sienten que las emociones afectan su trabajo o su vida diaria.
No es necesario “estar loco” para acudir a terapia, pues los profesionales en psicología o psiquiatría aportan herramientas que pueden ayudar a gestionar las emociones o liberar tensión.
3. Cuídate antes de cuidar a los demás. Algo que ocurre mucho en la docencia es que las personas se preocupan tanto por sus estudiantes que acaban por descuidar su salud.
Pero el principio que debes seguir es cuidar de ti para que puedas realmente cuidar de los demás, así que antes de preocuparte por tus alumnos date tiempo para vigilar tus horas de sueño, tu alimentación, tu vida familiar y personal.
Un docente que está bien podrá apoyar a sus alumnos y orientarlos.
4. Sé flexible. Estamos en un contexto de incertidumbre y los procesos de aprendizaje están cambiando y pueden surgir problemas en cualquier momento y de cualquier índole.
Sin embargo, lo importante es evitar que la frustración y los sentimientos de inseguridad nos abrumen. Para esto, es recomendable ser flexible en la manera de enseñar e intentar diferentes maneras para alcanzar las metas de la clase.
5. Cuida tu salud física. Sentirte bien físicamente también repercute en tus emociones. Tómate el tiempo de asearte y arreglarte, duerme las horas necesarias y haz ejercicio al menos 30 minutos cada día.
6. Desconéctate. Es importante preparar tus clases y responder las dudas que tus alumnos por e-mail o WhatsApp. No obstante, es necesario un tiempo de relajación dedicado a tus hobbies.
Con información de Diario 2001