La lenteja es una de la leguminosa que siempre han estado presente en la mesa, inclusos se conoce desde los tiempos bíblicos.
La planta de la lenteja se conoce como “Lens esculenta”, de la familia de las leguminosas, llega a medir unos 50 centímetros de altura.
Se pueden cocinar sola como potajes, sopas, guisos, lentejas, ensaladas, albóndigas, pero, también se pueden acompañar con algunos derivados cárnicos como la tocineta, chorizo o morcilla.
Al ser uno de los alimentos tan versátil garantiza un menú nutritivo y variado.
Beneficios para el organismo
Las lentejas son una fuente de proteínas 18 gramos por taza. Son ricas en hierro, proteínas, zinc, sodio, calcio, magnesio, potasio, lecitina, fosforo, manganeso, ácido fólico y vitaminas, en especial B1, B2, B6, B9.
Aunque su aporte proteico es alto, tiene exceso de lisina y muy poca de metionina, por lo que siempre se recomienda combinarla con cereales.
Además, ayuda mejorar y controlar el azúcar en la sangre, ya que el índice glucémico es bajo y a reducir el estrés oxidativo, lo que reduce el riesgo de enfermedades de envejecimiento.
También son ideales para mantener el peso estable por un alto contenido de proteínas y fibras que favorecen la saciedad. Estas leguminosas ayudan a la salud del corazón, ya que son una fuente de fibras y minerales.
Es un alimento con un gran contenido de almidón resistente y fibras solubles que alimentan a las bacterias intestinales que son buenas para el organismo.
Más razones para comer lentejas
Son bajas en sodio
Ricas en hierro
Son fuente de proteína vegetal
Contiene folato
No contienen gluten en su estado natural, lo que es recomendable para las personas celíacas.
El hierro que contienen las lentejas es ideal para prevenir la anemia, por lo que es recomendable para las mujeres embarazadas.
Para proteger sus vitaminas, no las cocine en demasiada agua y aproveche el liquido de la cocción para hacer otras recetas como sopa.
|| Con información de 2001