Documentos judiciales recientemente revelados de una demanda antimonopolio presentada contra al conglomerado estadounidense de tecnología y redes sociales Meta sugieren que Facebook habría concedido a la plataforma de entretenimiento Netflix un “acceso programático” a la bandeja de entrada de sus usuarios.
La demanda, presentada en abril del pasado año por los estadounidenses Maximilian Klein y Sarah Grabert, sostiene que Netflix y Facebook “disfrutaron de una relación especial” durante casi una década y que la red social dio al sitio de ‘streaming’ “acceso personalizado” a los datos de sus usuarios gracias a la relación personal entre el presidente de Netflix, Reed Hastings, y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Los documentos destacan que Hastings también formó parte del consejo de administración de Facebook.
“Netflix compró cientos de millones de dólares en anuncios de Facebook; celebró una serie de acuerdos para compartir datos con Facebook; recibió acceso personalizado a las API [Interfaz de programación de aplicaciones] privadas de Facebook; y acordó asociaciones personalizadas e integraciones que ayudaron a potenciar los modelos de clasificación y orientación de anuncios de Facebook”, afirma la demanda.
Los demandantes señalan que, a través de esa relación cercana, Facebook obtuvo millones de dólares de Netflix en concepto de ingresos por publicidad. En concreto, se menciona una inversión publicitaria de Netflix de 150 millones de dólares en el año 2017.
Los documentos también apuntan que la relación incómodamente cercana de Hastings con la alta dirección de Meta influyó en que Facebook eliminara su propio servicio de ‘streaming’, ‘Watch’, para no entrar en conflictos con Netflix y proteger así los beneficios publicitarios.
Respuesta de Meta
“Meta no compartió los mensajes privados de las personas con Netflix. Como dice el documento, el acuerdo permitía a las personas enviar mensajes a sus amigos en Facebook sobre lo que estaban viendo en Netflix directamente desde la aplicación de Netflix. Este tipo de acuerdos son habituales en la industria. Estamos seguros de que los hechos demostrarán que esta denuncia carece de fundamento”, comentó este martes un portavoz de Meta.
Meta se ha visto obligada a pagar millones de dólares en multas por la forma en que maneja la información privada de sus usuarios.
En 2016, Facebook fue decisivo en los resultados electorales de Estados Unidos al no impedir la difusión de noticias falsas que permitieron a Donald Trump alcanzar la presidencia, un hecho que se conocería en 2018 tras el escándalo de Cambridge Analytica.
Ese mismo 2018 también se supo que la empresa de Zuckerberg había estado compartido durante una década con Apple, Amazon y Samsung datos de sus usuarios sin que estos lo supieran, que la compañía fue demandada por permitir la discriminación de género en anuncios de empleo o que había utilizado la información suministrada para la autenticación en la red para orientar los anuncios (incluso habría accedido a los datos de los números de teléfono de los amigos de sus usuarios).
En un episodio reciente, los reguladores de la Unión Europea impusieron una multa récord de 1.300 millones de dólares a Meta por infringir la privacidad de los usuarios.
Los reguladores señalaron que Facebook almacenó durante años datos sobre usuarios europeos en sus servidores en EEUU de manera ilegal. Asimismo, advirtieron que las agencias de espionaje estadounidenses pudieron haber accedido a dicha información.