El acto de cargar el teléfono móvil se ha convertido en una rutina tan cotidiana que, muchas veces, se realiza sin prestar atención a los posibles efectos a largo plazo. Sin embargo, detrás de un gesto aparentemente inofensivo puede esconderse un error frecuente que, con el tiempo, deteriora el rendimiento del dispositivo, cargar el teléfono con la funda puesta.
A simple vista, mantener la funda durante la carga parece una decisión lógica. Protege el equipo de caídas, rayones y otros daños físicos. No obstante, los expertos en tecnología advierten que este hábito, extendido entre millones de usuarios, podría estar acortando la vida útil de la batería sin que el usuario se percate.
Por qué cargar el celular con la funda es un error
La mayoría de los teléfonos actuales funcionan con baterías de ion de litio, un tipo de tecnología eficiente pero sensible a las condiciones térmicas. Estas baterías están diseñadas para operar en un rango de temperatura óptimo que oscila entre los 0 °C y los 35 °C. Superar estos límites, incluso por periodos cortos, puede afectar tanto el rendimiento del dispositivo como su capacidad de carga.
La empresa de ciberseguridad AVG, especializada en soluciones tecnológicas, ha advertido que durante el proceso de carga es normal que la batería se caliente. El problema aparece cuando ese calor no puede disiparse adecuadamente.
Un ciclo de carga no es solo un número
Las baterías de litio están diseñadas para resistir entre 500 y 1000 ciclos de carga, dependiendo del modelo y la antigüedad del teléfono. Un ciclo se completa cada vez que se utiliza el 100% de la capacidad de la batería, aunque no necesariamente de forma continua. Es decir, cargar el teléfono del 30% al 80% en varias ocasiones también suma ciclos.
Cómo prolongar la salud del dispositivo
- Retirar la funda durante la carga, especialmente si se trata de materiales que conservan el calor.
- Evitar cargar el teléfono al 100% constantemente. Mantener la batería entre el 20% y el 80% es lo más recomendable para prolongar su vida útil.
- No dejar que se descargue por completo. Las descargas totales frecuentes aceleran el deterioro de la batería.
- No usar el teléfono mientras se carga, ya que esto genera calor adicional y pone más presión sobre el sistema energético del dispositivo.
- Utilizar cargadores originales o certificados. Los accesorios de baja calidad no solo afectan el rendimiento, sino que pueden representar un riesgo para la seguridad del usuario.
- Activar el modo de ahorro de energía cuando no se necesita el máximo rendimiento del equipo.
- Desactivar funciones innecesarias, como GPS, Bluetooth o NFC, si no están en uso.
Con información de Infobae