La difusión de un vídeo de una cámara de seguridad en el que se ve a varios militares mexicanos matar a cinco hombres llevó el miércoles al presidente del país, Andrés Manuel López, a admitir que se trata de un aparente “ajusticiamiento” a manos de uniformados. Prometió que los responsables serán entregados a las autoridades judiciales.
El episodio ocurrió en mayo en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, estado de Tamaulipas, pero López Obrador se pronunció ayer al darse a conocer las imágenes. Durante su conferencia matutina, condenó los hechos y aseguró que ya se inició el proceso para profundizar en la investigación y que se pondrán a disposición de la justicia a los responsables de los asesinatos.