Decenas de personas acudieron ayer al Centro de Exposiciones de Quito donde llevaron el féretro de Fernando Villavicencio, el candidato a la Presidencia de Ecuador asesinado el miércoles, al que dieron el último adiós entre lágrimas, flores y arengas.
Con oraciones, el puño en alto, dejando flores y sobre todo con lágrimas, las personas en fila han ido pasando por el féretro, cubierto por una bandera blanca con el logo de su formación “Construye” y su rostro.
El féretro llegó al Centro de Exposiciones después de haber sido velado de manera íntima y privada por parte de la familia en un tanatorio de Quito y de haber sido trasladado al cementerio.
Finalmente, el ataúd volvió al coche fúnebre para que los seguidores del periodista y exasambleísta pudieran despedirse en un sentido y breve homenaje a Villavicencio.
EFE