La ola de violencia que ha azotado el noreste colombiano en los últimos meses, ha traído como consecuencia que casi 100 familias de dicha región hayan tenido que abandonar sus hogares hacia otras zonas de Colombia y el mundo, en busca de mejores condiciones de vida.
En un comunicado, difundido por la Defensoría del Pueblo de Colombia se elevó la denuncia hacia una serie de incidentes violentos que han afectado a los pobladores de diversas zonas del departamento La Guajira, al noreste del país.
El organismo estatal reportó que, en la zona, especialmente en la ciudad de Riohacha, se repiten enfrentamientos entre las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AUC), dos grupos paramilitares que se disputan el control territorial de la Troncal del Caribe y sus áreas circundantes.
“Asesinatos y secuestros afectaron durante todo agosto a la población en general, asentada en áreas urbanas y rurales”, detalló la Defensoría del Pueblo, que ya emitió una alerta temprana de inminencia el pasado 21 de junio, advirtiendo sobre ese escenario de riesgo en Riohacha y el municipio de Dibulla.
A través de un vídeo difundido en las redes, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, instó al Gobierno colombiano a tomar medidas urgentes y eficientes para prevenir la vulneración de derechos humanos de la población.
De acuerdo con datos de la Defensoría, tan solo en los primeros seis meses del 2023 se produjeron 59 desplazamientos masivos, con un estimado de 18.755 personas sacadas a la fuerza de sus territorios por culpa de la violencia.
Con informacion del El Universal