La nueva variante del COVID-19, detectada en noviembre al sur de África, llamada “ómicron” (variante B.1.1.529), presenta síntomas similares a la Beta.
La sintomatología puede ser la más común del COVID, aunque hasta ahora la fatiga extrema es la más palpable en los casos identificados en el continente africano y algunos países de Europa.
Esta variante a diferencia de las otras no presenta la pérdida del olfato o el gusto, característicos de otras cepas.
La fiebre, el ritmo cardiaco elevado y el dolor muscular figuran también como señales claves de Ómicron.
Actualmente se conoce que el desarrollo de la enfermedad es leve; sin embargo, los organismos de salud en muchos países alertan sobre el peligro que esta variante del COVID-19 en personas no vacunadas.
Con información de UR