Líderes internacionales empiezan ya a confirmar su presencia en el funeral de Francisco, que tendrá lugar el sábado 26 de abril en la Plaza de San Pedro.
Desde este lunes, poco después de conocer la muerte del pontífice de 88 años, numerosos países anunciaron medidas de luto y enviaron condolencias al Vaticano.
En su lugar, será la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien represente oficialmente al Gobierno mexicano en esta ceremonia de Estado.
A pesar de los choques dialécticos entre ambos durante sus mandatos, particularmente por la postura del Papa respecto a la inmigración, Trump recordó al pontífice como “un buen hombre” y “una gran persona” tras su fallecimiento.
El presidente ucraniano destacó que Francisco rezó siempre por “la paz en Ucrania y por los ucranianos” y destacó su compromiso “con Dios, con la gente y con la Iglesia”.
Los presidentes de las principales instituciones de la Unión Europea lloraron el lunes la muerte de Francisco, a quien recordaron como guía para avanzar hacia «un mundo más justo, pacífico y compasivo», dijo Ursula von der Leyen.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también anunció su presencia en Roma el día 26 después de que ayer, tras conocer la noticia del óbito, rindiera homenaje a Francisco, de quien subrayó que durante todo su pontificado «estuvo al lado de los más débiles».
Por su parte, el rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica asistirán a la ceremonia religiosa de este sábado tras definir al pontífice argentino de «gran hombre, cercano a los más humildes y preocupado por los problemas del mundo».
Desde otras latitudes todavía no han aclarado qué tipo de representación tendrán en el funeral, caso de China, que no tiene vínculos diplomáticos con la Santa Sede desde 1951 y que este martes, sin embargo, expresó sus condolencias por la muerte del papa y, mediante el Ministerio de Exteriores, afirmó estar dispuesta a «trabajar junto al Vaticano para promover la mejora continua» de sus relaciones bilaterales.