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domingo 3, noviembre 2024

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Denuncian detención de varios sacerdotes en Nicaragua

El gobierno anunció la creación del Ministerio de Interior.

Se tensionan de nuevo las relaciones entre el Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica en Nicaragua.

La abogada e investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina denuncia, a través de su cuenta X, que cuatro sacerdotes han desaparecido de distintas maneras en las últimas 24 horas y culpa a la policía de su “secuestro” o arresto.

Habla de Marcos Díaz Prado, de la Diócesis de León y Chinandega, en el noroeste de Nicaragua; Fernando Calero, párroco de Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, de la Diócesis de Matagalpa (norte); y Carlos Avilés y Héctor Treminio, vicario general y tesorero de la Arquidiócesis de Managua, respectivamente.

Según la abogada exiliada, hasta la fecha no existe una acusación formal contra Marcos Diaz Prado y no se tiene información de su paradero, y argumenta lo mismo de Fernando Calero.

Afirma que policías y paramilitares secuestraron a Héctor Treminio y acusa al naciente ministerio de Interior de haber secuestrado a Carlos Avilés.

El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, afirma que fue arrestado además el padre Pablo Villafranca, de la parroquia Nuestro Señor de Veracruz, en Nindirí, Masaya.

El exiliado obispo auxiliar, que abandonó Nicaragua en 2019 y es una figura conocida por sus críticas al gobierno de Ortega, expresó el sábado 30 de diciembre su indignación ante estos arrestos y además habló de otro “secuestrado. Se trata de Silvio Fonseca, de la arquidiócesis de Managua.

En un comunicado, el Monitoreo Azul y Blanco, red informativa de la oposición, dijo haber recibido “reportes sobre múltiples detenciones arbitrarias” como parte de una “intensificación de la persecución y agresiones a miembros de la Iglesia católica” por parte “de la policía de la dictadura”.

Hasta el momento ni el Gobierno ni la Policía Nacional ha confirmado o negado la presunta detención de los religiosos.

La vicepresidenta y vocera oficial Rosario Murillo, esposa de Ortega, no respondió la una solicitud de información por parte de The Associated Press sobre el paradero de los sacerdotes, según lo relata el medio de comunicación Los Ángeles Times.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Oacnudh) para América Central sí se pronunció y condenó la “nueva ola” de detenciones de sacerdotes de la iglesia católica y advirtió que las autoridades nicaragüenses estarían violando “el derecho a la libertad religiosa, pilar de cualquier Estado democrático”.

Desde el 2018, la Iglesia ha sufrido al menos 740 ataques por parte del oficialismo en Nicaragua, de los cuales al menos 235 han sucedido este año, según denunció Martha Patricia Molina.

El presidente Ortega ha prohibido las tradicionales procesiones católicas y en marzo de 2023 ordenó el cierre de su misión diplomática en el Vaticano y de la nunciatura apostólica en Managua, luego que el papa Francisco se refiriera a su gobierno como “una dictadura grosera”.

Intentan revivir el ministerio de Interior y el caos estalla

El 28 de diciembre, el presidente Daniel Ortega anunció la creación del ministerio del Interior, reviviendo así una institución que desempeñó un papel crucial en la década de 1980 durante la guerra civil en el país.

El sandinismo declaró que el propósito de esta cartera es “fortalecer el aparato de seguridad y defensa” para contrarrestar lo que Ortega describió como “planes del enemigo”, refiriéndose a la oposición.

Ortega explicó que este nuevo ministerio del Interior reemplazará la cartera de Gobernación, la cual cumpliría una figura similar a la que existió durante su primera administración, tras la revolución sandinista de 1979, una década en la que Nicaragua se enfrentó a rebeldes contrarrevolucionarios conocidos como los “contras”, respaldados por Estados Unidos y que buscaba derrocar al posicionado Gobierno sandinista.

En sus primeros años, el ministerio del Interior trabajó por contrarrestar a los opositores en Nicaragua, generando controversia por su intervención en asuntos internos.

Sin embargo, en 1990, tras la derrota electoral de Ortega frente a Violeta Barrios de Chamorro, la institución cambió de funciones y pasó a llamarse ministerio de Gobernación.

El presidente Ortega, en referencia a su nueva decisión, dijo: Es un paso que nos da una fortaleza enorme y volvemos a contar con los dos grandes instrumentos con los que derrotamos a la contrarrevolución: el Ejército y el Ministerio del Interior

El regreso del ministerio del Interior preocupa a opositores, la mayoría en el exilio, ya que este otorga mayores recursos legales al Gobierno para atacar a cualquier intento de oposición en el país, entre ellos la iglesia Católica, una de las instituciones que se ha mostrado en contra de las acciones del gobierno de Ortega.

Con información de Primicia

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