Putin se reunió primero con “las familias de los héroes” en su residencia campestre de Novo-Ogariovo y después asistieron juntos en un pequeña capilla al servicio religioso navideño.
Aseguró que la reunión es “una señal clara y comprensible” para los funcionarios rusos con el fin de que apoyen por todos los medios a su alcance a los familiares de los soldados que combaten “heroicamente” en defensa de “los intereses del país”.
Al respecto, prometió que hablaría mañana mismo sobre sus problemas y necesidades con el ministro de Defensa, Serguéi Shogú, sean los pagos a las viudas de los militares muertos en acto de servicio o las hipotecas.
El Ministerio de Defensa ruso informó por última vez sobre el número de caídos en las filas del Ejército ruso en septiembre de 2022, cuando las situó en 5.937 muertos.
Según medios independientes rusos, más de 40.000 soldados rusos habrían fallecido en estos 22 meses de combates, mientras la OTAN estima las bajas rusas, entre muertos, heridos y mutilados, en más de 300.000.
Recientemente, un grupo de esposas y familiares de reservistas que integran el movimiento Camino a Casa se dirigieron a Putin para que suspendiera la movilización indefinida.
Como es tradición, Putin también felicitó a los rusos por la Navidad ortodoxa, que, destacó, “une a millones de personas en torno a los ideales de bondad, compasión y justicia”.
Hace un año el jefe del Kremlin decretó unilateralmente una tregua navideña de 36 horas que fue rechazada por Ucrania y sus aliados, y durante la que no cesaron los combates en Ucrania.
De cara a 2024, Putin ha descartado tanto un cese de las hostilidades, ahora que el ejército ruso ha recuperado la iniciativa en casi todo el frente, como unas posibles negociaciones de paz con Kiev.