El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó ayer su frustración por los nuevos ataques rusos en Ucrania que dejaron al menos 12 muertos con un mensaje a su homólogo ruso: «¡Vladimir, DETENTE!».
Rusia lanzó de madrugada 70 misiles y 145 drones, según el gobierno ucraniano, en seis regiones del país y varias ciudades, incluida la capital, donde los testigos describieron escenas apocalípticas en una zona residencial, con edificios destruidos y cuerpos sin vida en las calles.
Por el momento había 12 muertos y 90 heridos, según el último balance de los servicios de socorro, pero la situación podría agravarse a medida que se recuperen cuerpos de los escombros.
Las fuerzas armadas rusas «llevaron adelante un ataque masivo con armas de precisión de largo alcance» contra varias empresas del complejo militar industrial ucraniano, esgrimió el Ministerio ruso de Defensa.
Londres denunció un «baño de sangre perpetrado por Putin» y nuevas escenas «chocantes».
La Unión Europea condenó el ataque y dijo que Rusia sigue siendo «el principal obstáculo para la paz» mientras que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski decidió acortar su visita a Sudáfrica.
El mandatario acusó a Rusia de haber utilizado un misil «fabricado en Corea del Norte» para estos ataques.
En su red Truth Social, Trump escribió agregó que «no estaba contento» con una ola de ataques que llega, según él, en «muy mal momento», en pleno intento del presidente de negociar el final del conflicto.