26 C
Maracay
lunes 25, agosto 2025
INFORMACIÓN VERAZ Y OPORTUNA AL ALCANCE DE VENEZUELA Y EL MUNDO... SOMOS MÁS QUE NOTICIAS

La transformación de Estados Unidos en los primeros 100 días de Trump

La transformación de Estados Unidos en los primeros 100 días de Donald Trump. Durante la campaña presidencial del año pasado, Donald Trump repitió constantemente su intención de hacer cambios drásticos tan pronto como regresara a la Casa Blanca.

Pero pocos esperaban que esto sucediera a una velocidad tan vertiginosa.

En los tres meses transcurridos desde que asumió el cargo el 20 de enero, el 47º presidente de EE UU ha desplegado su poder de una manera comparable a la de pocos predecesores.

En forma de documentos encuadernados, firmados con pluma presidencial, o anuncios de políticas hechos en mayúsculas en las redes sociales, su vendaval de acciones ejecutivas ha llegado a todos los rincones de la vida estadounidense.

Para sus partidarios, la estrategia de «conmoción y pavor» ha sido una demostración tangible de un presidente dispuesto a actuar, a cumplir sus promesas y a promulgar reformas largamente esperadas.

Pero sus críticos temen que esté causando un daño irreparable al país y extralimitándose en sus poderes, paralizando importantes funciones gubernamentales y tal vez remodelando permanentemente la presidencia en el proceso.

A continuación te presentamos 6 momentos destacados de los primeros 100 días del segundo mandato de Trump y sus repercusiones.

Tormenta constitucional por una publicación de redes

Por una vez, no fue una publicación de Trump en las redes sociales lo que desencadenó protestas.

Tres semanas después del inicio del nuevo mandato, a las 10:13 de la mañana de un domingo, el vicepresidente JD Vance escribió una línea que marca una estrategia que desde entonces ha dado forma al segundo mandato de la administración Trump.

«Los jueces no pueden controlar el poder legítimo del ejecutivo», declaró en X.

En el frenesí mediático que siguió, los expertos legales se alinearon para desafiar esa afirmación, señalando un principio de 220 años de antigüedad que se encuentra en el corazón de la democracia estadounidense.

Los tribunales tienen el poder de controlar y anular cualquier acción gubernamental (leyes, reglamentos y órdenes ejecutivas) que consideren que viola la Constitución de Estados Unidos.

Las palabras de Vance representaron un desafío descarado a la autoridad judicial y, más ampliamente, al sistema de tres ramas de gobierno co-iguales creado por los fundadores de Estados Unidos.

Pero Trump y su equipo no se disculpan por extender el alcance del poder ejecutivo a los otros dos dominios: el Congreso y los tribunales.

La Casa Blanca ha actuado agresivamente para arrebatarle al Congreso el control del gasto, desfinanciando unilateralmente programas y agencias enteras.

Esta erosión de su poder ha sido en gran medida respondida con silencio en el Capitolio, donde los republicanos de Trump tienen estrechas mayorías en ambas cámaras.

Los tribunales se han mostrado más resistentes: hasta el momento hay más de 100 fallos que detienen acciones presidenciales que consideran inconstitucionales, según un recuento de The New York Times.La transformación de Estados Unidos en los primeros 100 días de Trump.

Algunos de los mayores enfrentamientos se han producido por la ofensiva migratoria de Trump.

En marzo, más de 200 venezolanos, considerados por el gobierno un peligro para EE UU, fueron deportados a El Salvador y encarcelados en el Cecot, muchos de ellos bajo amplios poderes propios de tiempos de guerra y sin el proceso habitual de presentación de pruebas ante los tribunales.

Un juez designado por el republicano en un tribunal federal de apelaciones dijo que estaba «conmocionado» por cómo había actuado la Casa Blanca.

«Ahora las ramas están demasiado cerca de chocar irrevocablemente entre sí en un conflicto que promete debilitarlas a ambas», escribió el juez J. Harvie Wilkinson.

Trump y funcionarios de la Casa Blanca han dicho que obedecerán los fallos judiciales, incluso aunque el presidente critique a muchos de los jueces que los emiten y la administración a veces avance lentamente para cumplirlos.

Todo esto equivale a una prueba única de un sistema constitucional que durante siglos ha funcionado con cierto grado de buena fe.

Aunque Trump ha estado en el centro de este impulso, uno de sus principales agentes del caos es un hombre que no nació en Estados Unidos, pero que construyó allí un imperio empresarial.

Tres semanas después del inicio del nuevo mandato, a las 10:13 de la mañana de un domingo, el vicepresidente JD Vance escribió una línea que marca una estrategia que desde entonces ha dado forma al segundo mandato de la administración Trump.

«Los jueces no pueden controlar el poder legítimo del ejecutivo», declaró en X.

En el frenesí mediático que siguió, los expertos legales se alinearon para desafiar esa afirmación, señalando un principio de 220 años de antigüedad que se encuentra en el corazón de la democracia estadounidense.

Los tribunales tienen el poder de controlar y anular cualquier acción gubernamental (leyes, reglamentos y órdenes ejecutivas) que consideren que viola la Constitución de Estados Unidos.

Las palabras de Vance representaron un desafío descarado a la autoridad judicial y, más ampliamente, al sistema de tres ramas de gobierno co-iguales creado por los fundadores de Estados Unidos.

Pero Trump y su equipo no se disculpan por extender el alcance del poder ejecutivo a los otros dos dominios: el Congreso y los tribunales.

La Casa Blanca ha actuado agresivamente para arrebatarle al Congreso el control del gasto, desfinanciando unilateralmente programas y agencias enteras.

Esta erosión de su poder ha sido en gran medida respondida con silencio en el Capitolio, donde los republicanos de Trump tienen estrechas mayorías en ambas cámaras.

Con información de El Público Tv

 

Related Articles

- Advertisement -spot_img

ARTÍCULOS RECIENTES

error: Content is protected !!