El mandatario estadounidense, Joe Biden, ordenó este martes nuevas restricciones a la entrada de migrantes con el fin de “asegurar” la frontera entre Estados Unidos y México, una medida drástica sobre un tema clave en las elecciones presidenciales de noviembre.
“He venido hoy aquí para hacer lo que los republicanos en el Congreso se niegan a hacer, tomar las medidas necesarias para asegurar nuestra frontera (…), arreglemos el problema y dejemos de pelearnos por él”, afirmó Biden en la Casa Blanca.
El presidente anunció más temprano el cierre temporal de la frontera con México cuando la cifra de entradas irregulares al país supere el umbral de 2.500 casos en un mismo día.
El líder demócrata, de 81 años, firmará un decreto que permitirá a las autoridades suspender la entrada de solicitantes de asilo y migrantes cuando se supere ese tope, informó la Casa Blanca. El texto también facilitará las deportaciones a México.
La Casa Blanca aseguró a través de su portavoz Andrew Bates que para el presidente “la seguridad de las familias estadounidenses debe ser siempre lo primero” y que la medida les impedirá recibir asilo a quienes cruzan la frontera sur ilegalmente.
Las autoridades señalaron que se espera que las restricciones entren en vigor de inmediato, pues los cruces de migrantes ilegales ya superan el umbral de los 2.500 por día.
Asimismo, el texto prevé que se reabra la frontera cuando la cantidad diaria de solicitantes de asilo sea inferior a 1.500 personas.