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La decisión de México de exigir visa a los venezolanos para entrar al país pretende disminuir la migración hacia Estados Unidos, pero plantea preocupaciones sobre la libertad de tránsito y el peligro de que puedan recurrir a traficantes de personas.
Con el fin de contener la migración hacia Estados Unidos, a partir del próximo 21 de enero las personas de nacionalidad venezolana que pretendan viajar a México en calidad de visitantes o turistas deberán tramitar una visa.
De acuerdo con el gobierno mexicano, esta medida busca contrarrestar la tendencia creciente del flujo migratorio de venezolanos en tránsito irregular hacia un tercer país, el cual se ha incrementado en más del 1.000%, en comparación con el mismo periodo en los cinco años anteriores. Además, se ha detectado el incremento de declaraciones falsas en sus motivos de viaje.
El doctor Adalberto Santana, académico del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Autónoma de México, advirtió que está medida es en perjuicio de la movilidad de las personas y provocará que venezolanos recurran a bandas dedicadas al tráfico de personas para salir de su país, ante la crisis humanitaria por la que atraviesan.
“Lo que pasa es que es un flujo bien ordenado el que está viniendo de Venezuela, si lo restringen lo que va pasar es exactamente lo contrario, que van a entrar ilegalmente a México, no ilegalmente porque no han cometido delito, sino irregularmente, como pasa en el caso de los guatemaltecos, hondureños, dominicanos o salvadoreños”, explicó el analista.
Amnistía Internacional México pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador reconsiderar la decisión del visado para los venezolanos, pues estima que con ello México se desvía de su posición solidaria de acoger a personas que necesitan protección internacional.