Al igual que los dos días anteriores, el país recibió un avión con un cargamento de ayuda de Nueva Zelanda, que está priorizando el suministro de agua potable, el problema más acuciante, especialmente en algunas islas donde el agua está contaminada con ceniza volcánica.
Las Fuerzas Armadas de Nueva Zelanda indicaron que ya se han descargado 185.000 de los 250.000 litros que el barco HMNZS Aotearoa de la Marina neozelandesa llevó ayer al archipiélago, además de una máquina de desalinización que ya ha comenzado a filtrar agua.
Otro barco neozelandés, el HMNZS Canterbury, dejó la base naval de Devonport este sábado y se espera que llegue a Tonga al principio de la semana que viene con más agua, leche en polvo y vehículos y material de construcción que puedan ser útiles para la recuperación de un archipiélago devastado.
Además, el ministro australiano de Desarrollo internacional y del Pacífico, Zed Seselja, indicó en Twitter que el barco HMAS Adelaide tiene previsto llegar al archipiélago el miércoles con más agua potable y un hospital de campaña de 40 camas.
Las olas de hasta 15 metros de altura destrozaron todas las viviendas de algunas islas, como la de Mango, incluidos centros sanitarios, por lo que las autoridades han trasladado a la población de esos lugares a la isla de Tongatapu, la principal del archipiélago, indicó el Gobierno.
COMUNICACIONES
Tras pasar los primeros días en un aislamiento casi total, las comunicaciones se van recuperando con «conexiones telefónicas limitadas» y la utilización del sistema de radio en algunos lugares, mientras las compañías y el Gobierno trabajan «para restablecer urgentemente los servicios completos».
El Ejecutivo de Tonga señaló que el equipamiento suministrado por Nueva Zelanda ha permitido restablecer «una conexión a internet limitada» mientras que esperan la llegada de un barco para iniciar la reparación del cable de fibra óptica destruido por el tsunami.
AYUDA INTERNACIONAL
Australia y Nueva Zelanda, los países más importantes de la región y relativamente cercanos a esta remota nación insular, son los que llevan la voz cantante de las operaciones en lo que es una demostración de su histórica influencia en el Pacífico Sur a pesar del claro avance de China.
Pekín donó el miércoles cientos de cajas de agua embotellada y se comprometió al envío de suministros médicos e higiene, y generadores de energía, entre otros.
El Gobierno del Reino Unido informó ayer en un comunicado del envío de suministros de agua, tiendas de campaña y otros equipamientos junto al barco australiano, que llegará a Tonga, su antiguo protectorado, a principios de la próxima semana, mientras también movilizará otro navío con ayuda, que tiene previsto zarpar hoy desde Tahití.
Japón, a cuyas costas también llegó el tsunami creado por la erupción del volcán tongano, aprobó el jueves el envío de un barco cargado de ayuda humanitaria.
La violenta erupción hace una semana del HungaTonga Hunga Ha’apai, que provocó un tsunami que golpeó a varias naciones bañadas por el océano Pacífico, es la más ruidosa desde que existen registros, según el instituto geológico neozelandés GNS Science.
La explosión generó un tsunami que golpeó Tonga con olas de hasta 15 metros de alto y que ha costado la vida a al menos tres personas, aunque se teme que el número sea mayor a tenor de la destrucción ocasionada, con algunas islas totalmente devastadas.
Un fenómeno natural provocado por un volcán de tal fuerza no se registraba desde la erupción del volcán Krakatoa, entre las islas indonesia de Sumatra y Java, cuya explosión en 1883 causó un tsunami con olas de hasta 40 metros e hizo que la temperatura mundial bajara 1,2 grados.
EFE