El Gobierno de Venezuela emitió un comunicado este martes en el que acusó al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, de mostrar una actitud «omisiva, parcializada y cobarde». Frente a las presuntas violaciones de derechos humanos que, según Caracas, sufren ciudadanos venezolanos fuera del país.
El gobierno venezolano denunció el «silencio cómplice» de la ONU en casos como el supuesto «secuestro» de más de 250 venezolanos en El Salvador. Quienes habrían sido trasladados a centros de detención descritos como «inhumanos». Además, mencionó la retención de la menor Maikelys Antonella Espinoza Bernal en Estados Unidos como otro ejemplo de «violaciones graves» que no han recibido la atención adecuada del organismo internacional.
Según el comunicado, estas situaciones fueron notificadas directamente al alto comisionado por el presidente Nicolás Maduro hace más de seis semanas. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido una respuesta firme por parte de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El Gobierno venezolano criticó duramente la reciente declaración de Türk, argumentando que su postura refleja un «doble rasero inaceptable». Ya que, según Caracas, mientras se emiten fuertes críticas contra Venezuela, no se abordan los abusos cometidos por gobiernos que se alinean con intereses hegemónicos.
Finalmente, el gobierno reiteró su exigencia de justicia y condenó el uso «político» de los migrantes venezolanos. A quienes acusó de ser utilizados como «rehenes en la guerra contra nuestro pueblo».
