La Misión de Establecimiento de los Hechos de la ONU para Venezuela dijo este viernes que el riesgo de la desintegración del Estado de derecho en el país “es muy alto”, tras el agravamiento de la situación de los derechos humanos y la reactivación “de la maquinaria represiva” del gobierno a raíz de las elecciones del 28 de julio.
“La maquinaria represiva del estado continúa cometiendo graves violaciones de DD HH y delitos (…) Las víctimas y la población en general se encuentran desamparadas ante el ejercicio arbitrario del poder en un contexto en el que está desapareciendo la mínima apariencia de legalidad en la actuación de las autoridades”, expresó.
No obstante, Tappatá, quien forma parte de la Misión que investiga estas problemáticas en Venezuela desde el 2019, sostuvo que las detenciones, represión y persecución política “no puede entenderse como producto de la crisis postelectoral”.
“Estas violaciones son el resultado de un plan diseñado anticipadamente y ejecutado a través de diferentes modalidades de represión: un plan para desalentar, silenciar, y anular la oposición política y las voces críticas al Gobierno del Presidente Maduro o a quienes reclaman transparencia de los resultados electorales”, dijo en el Consejo de Derechos Humanos la presidenta de la Misión, Marta Valiñas.
Por su parte, embajadores de Argentina, Canadá, Chile, Guatemala, Paraguay, Uruguay y Ecuador, leyeron un comunicado en conjunto en el que respaldan lo expuesto por la Misión de la ONU y “deploran la falta de independencia del CNE y el TSJ” en torno a los resultados electorales.
Aseguran que sus pronunciamientos “son inconsistentes con el Estado de derecho y profundizan el deterioro de la situación de derechos humanos”.
Sumado a esto, representantes de la Unión Europea, presentes en la sesión de la ONU, manifestaron su repudio a la crisis venezolana. “Seguiremos trabajando para que la voluntad expresada en las urnas sea respetada”, aseguró su Embajador ante las Naciones Unidas.
EFE / Agencias