La tensión entre las universidades públicas argentinas y el presidente Javier Milei se disparó el jueves con un paro de profesores y distintos actos de protesta por parte de los estudiantes de decenas de facultades en rechazo a la decisión oficial de vetar un incremento a los salarios docentes y los presupuestos de esas casas de estudio.
Los estudiantes realizaban desde el miércoles en la noche asambleas, la ocupación de aulas y pasillos, o votaban por hacerlo en facultades de distintas universidades del país en un pulso que mantienen con el gobierno del mandatario ultraliberal por su política de recortes del gasto la universidad pública.
¨¡Pelea, pelea por la educación!”, gritaron los participantes en una asamblea estudiantil que votó la toma de instalaciones de la Universidad de La Plata, a unos 70 kilómetros de la capital argentina.
Carteles en las fachadas de facultades de la prestigiosa Universidad de Buenos Aires (UBA) que no imparten clases por 24 horas señalaban “Sin salarios dignos la UBA no funciona”. En otras instituciones los estudiantes pegaron crespones negros simbolizando que la educación pública está de luto.
Los salarios del personal docente y no docente sufrieron una pérdida de alrededor de 40% de su poder adquisitivo por la inflación en lo que va de año, según la UBA. La suba de precios entre enero y septiembre fue de 101,6%.
La comunidad universitaria viene protagonizando varias protestas en los últimos meses y la tensión se acrecentó el miércoles luego de que Milei, un ultraliberal que asumió en diciembre, logró el apoyo de fuerzas aliadas en el Congreso para sostener el veto que impuso a la ley de mejora de los salarios de los docentes y del presupuesto universitario.
El oficialismo, que está en desventaja numérica, obtuvo especialmente el respaldo de la fuerza conservadora PRO liderada por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) para blindar el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que en septiembre fue aprobada con amplio apoyo de las dos cámaras del Congreso y que, según el mandatario, desequilibraba las cuentas públicas.