Este jueves 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, millones de voces se unieron en cánticos, plegarias y lágrimas de emoción para conmemorar el 493 aniversario de las apariciones de la Virgen Morena a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Desde las primeras horas del día, la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, se convirtió en el epicentro de la devoción, congregando a 8.5 millones de peregrinos según cifras oficiales del Gobierno mexicano.
La tradición guadalupana, que se remonta a 1531, revive cada año en este santuario al norte de la capital mexicana.
Los fieles acudieron desde todos los rincones del país, algunos caminando kilómetros o de rodillas, para agradecer milagros, pedir favores o simplemente rendir homenaje a la patrona de México y América.
El momento más emotivo llegó con la entonación de “Las Mañanitas” a la Virgen, acompañadas por trompetas y guitarras de mariachi.
El ambiente festivo contrastaba con la profunda fe de los presentes, quienes, entre aplausos y lágrimas, renovaron sus promesas y esperanzas.
Las notas del himno guadalupano resonaron en la Basílica, consolidando la conexión espiritual entre los fieles y la Virgen de Guadalupe, considerada un símbolo de identidad nacional.
Para garantizar la seguridad de los asistentes, el Gobierno de la Ciudad de México desplegó a más de seis mil elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
La devoción a la Virgen de Guadalupe, nacida tras sus cuatro apariciones en diciembre de 1531, continúa siendo uno de los pilares más importantes de la fe católica en México.
Su imagen, plasmada en el ayate de San Juan Diego, sigue inspirando a millones de creyentes alrededor del mundo, quienes ven en ella un símbolo de protección y esperanza.
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