A partir del 1 de julio, las personas que fumen en espacios públicos frecuentados por niños en Francia podrán ser sancionadas con una multa de 135 euros, según anunció la ministra de Sanidad, Catherine Vautrin, en una entrevista publicada este jueves por el diario regional Ouest-France.
La nueva regulación prohíbe fumar en playas, parques, paradas de autobús y en las inmediaciones de escuelas primarias y secundarias, lugares donde habitualmente se concentran menores. La ministra, de orientación conservadora, defendió con firmeza la medida afirmando que “la libertad de fumar termina cuando comienza el derecho que tiene un niño de respirar aire puro”.
La disposición se enmarca en una política de salud pública más amplia del Gobierno francés, centrada en la prevención y protección de los menores frente a la exposición al humo del tabaco, incluso en espacios abiertos donde hasta ahora no existían restricciones estrictas.
La decisión representa un paso más hacia el objetivo de lograr una generación libre de tabaco, una meta que el Ejecutivo del presidente Emmanuel Macron ha defendido en distintos frentes. En los últimos años, Francia ha endurecido progresivamente las normativas contra el tabaquismo, con subidas de impuestos, advertencias sanitarias más visibles en los empaques de cigarrillos, y la prohibición de fumar en bares y restaurantes desde 2008.