Asociaciones de migrantes venezolanos en Estados Unidos denunciaron ayer que se hallan entre la espada y la pared por la adversidad migratoria que enfrentan en EE UU, que los sitúa al borde de la deportación a Venezuela, donde critican que serían fruto de una represión atroz.
«Estamos siendo perseguidos de lado y lado y no sabemos a dónde ir», dijo en una conferencia de prensa en Florida José Antonio Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
«No se puede llegar a Venezuela porque es un país hostil, pero tampoco se puede quedar en los Estados Unidos porque le están quitando todas las protecciones que tiene para poder permanecer», agregó, en referencia a las consultas que recibe su organización de parte de migrantes que desconocen cómo actuar.
Según Colina, quien estuvo acompañado por otros líderes comunitarios y activistas, la solución se encuentra en buscar una protección migratoria o en la aprobación de la iniciativa Venezuela TPS Act of 2025, presentada el pasado 9 de mayo en el Congreso, con el objetivo de proteger de la deportación a unos 600.000 venezolanos.
Y es que a la retirada del TPS se sumó la semana pasada el cese del llamado «parole humanitario», un permiso temporal humanitario para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que retiró la protección legal concedida por la Administración de Joe Biden (2021-2025) a 532.000 migrantes.
Ambas medidas del nuevo Gobierno están dirigidas, agregó el activista, a forzar a los venezolanos «a que se autodeporten» a Venezuela, donde los líderes comunitarios indicaron que persiste un clima de represión y tortura.
En un comunicado conjunto leído por Helene Villalonga, presidenta de la Asociación Multicultural de Activistas Voz y Expresión (Amavex), las asociaciones exigieron a las autoridades de Estados Unidos «respetar el principio de no devolución» y proteger a las familias venezolanas.
||EFE